Puede haber robots que se parezcan a los humanos, pero lo único que no hacen bien son las expresiones faciales humanas.

Bioingenieros de la Universidad de Pisa y Gustav Hoegen, un artista de FX para Biomimic, tienen como objetivo cambiar eso.

Actualmente están trabajando en un robot humanoide, llamado Abel, que viene equipado con tecnología para reaccionar ante las emociones humanas mediante el análisis de parámetros como la frecuencia de la voz o los cambios térmicos en la piel visibles en infrarrojos o la frecuencia de los latidos del corazón.

Recrear las expresiones faciales humanas requiere mucho hardware, incluidos más de 20 motores piezoeléctricos colocados debajo de la piel artificial.

Reaccionar a las emociones humanas requiere una gran cantidad de cámaras, micrófonos binaurales, cascos EEG y escáneres térmicos.

¿Que sigue? El equipo espera ocultar todos los sensores necesarios dentro de Abel en lugar de tener cables colgando al azar.

“Debemos decir absolutamente gracias a la maestría y a Gustav Hoegen por el parecido físico.

Un genio de los animatrónicos, un gran socio de Hollywood.

Esta asociación es esencial porque tienen el conocimiento para crear criaturas capaces de suscitar emociones en los demás.

Cuando nos enfrentamos con este tipo de máquina, a menudo hablamos de empatía, sería más correcto hablar de inteligencia emocional, una peculiaridad de los seres humanos propiamente dichos, la habilidad de comprender cómo se sienten las personas que están frente a nosotros”, dijo Lorenzo Cominelli, investigador de la Centro Enrico Piaggio.

Fuente: Techeblog

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