Investigadores del MIT trabajan en un robot del tamaño de un insecto que aún puede volar después de que se perfora una de sus alas.
Este microrrobot inspirado en un abejorro hace uso de las últimas técnicas de reparación que le permiten volar incluso después de sufrir daños graves en los actuadores o músculos artificiales que accionan sus alas.
Esta hazaña se logró optimizando los pequeños músculos artificiales para que el robot sea capaz de aislar defectos y superar daños menores, como pequeños agujeros en el actuador.
También se probó una nueva técnica de reparación con láser que puede ayudar al robot a recuperarse de ser quemado por el fuego.
En otras palabras, fue capaz de mantener el vuelo después de que le quemaron un gran agujero.
“Pasamos mucho tiempo entendiendo la dinámica de los músculos artificiales blandos y, a través de un nuevo método de fabricación y una nueva comprensión, podemos mostrar un nivel de resistencia al daño comparable al de los insectos.
Pero los insectos siguen siendo superiores a nosotros, en el sentido de que pueden perder hasta el 40 por ciento de sus alas y seguir volando.
Todavía tenemos trabajo por hacer para ponernos al día“, dijo Kevin Chen, D. Reid Weedon, Profesor Asistente Jr. en el Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación (EECS).
Fuente: Techeblog