Investigadores han identificado una forma de utilizar virus inactivos en el genoma humano para generar una respuesta inmunitaria contra el carcinoma de células renales, abriendo una nueva vía en la inmunoterapia del cáncer.
Un reciente estudio ha revelado un mecanismo que podría revolucionar la inmunoterapia contra el carcinoma de células renales claras (ccRCC), el tipo más común de cáncer de riñón.
Los investigadores descubrieron que ciertos virus endógenos, fragmentos de antiguos virus que permanecen en nuestro ADN, pueden activarse en células cancerígenas y desencadenar una respuesta inmune que podría ayudar a combatir la enfermedad.
Los virus endógenos humanos (ERVs) representan cerca del 8% del genoma humano.
Durante millones de años, estos elementos virales han quedado inactivos en nuestro ADN, pero algunos pueden reactivarse en ciertas condiciones, como en el desarrollo del cáncer.
En el carcinoma de células renales claras, los investigadores encontraron que la inactivación del gen supresor de tumores VHL provoca un aumento de la proteína HIF2, que a su vez estimula la expresión de estos virus endógenos.
Este hallazgo es crucial, ya que las células cancerosas pueden presentar fragmentos virales, lo que permite que el sistema inmunitario los detecte y ataque, lo que podría mejorar la efectividad de las inmunoterapias actuales.
El estudio demostró que los ERVs activados pueden generar péptidos que son presentados en las células cancerosas mediante el complejo mayor de histocompatibilidad (MHC).
Esto permite que las células T del sistema inmunitario reconozcan y destruyan las células tumorales.
Además, los investigadores probaron el uso de estabilizadores de HIF como una estrategia para aumentar la expresión de estos ERVs en tumores de riñón y otros tipos de cáncer.
Al hacerlo, lograron incrementar la presencia de estos antígenos virales en la superficie de las células cancerosas, facilitando su eliminación por el sistema inmunitario.
Los resultados sugieren que estos virus endógenos podrían convertirse en una diana terapéutica clave en el tratamiento del carcinoma de células renales y otros tipos de cáncer.
Entre las posibles estrategias se incluyen:
Vacunas terapéuticas: diseñadas para entrenar al sistema inmunitario a reconocer estos antígenos virales.
Terapias con células T modificadas: donde los linfocitos T sean reprogramados para atacar específicamente a células que expresan ERVs.
Combinación con inhibidores de puntos de control inmune: para potenciar la respuesta inmunitaria en pacientes que no responden a las terapias convencionales.
El carcinoma de células renales claras (ccRCC) es el tipo más común de cáncer de riñón, representando aproximadamente el 70-80% de los casos.
Se caracteriza por la inactivación del gen VHL (Von Hippel-Lindau), lo que provoca la acumulación de factores de transcripción como HIF-1α y HIF-2α, que favorecen el crecimiento del tumor al estimular la formación de vasos sanguíneos y la proliferación celular.
A pesar de que este tipo de cáncer tiene una carga mutacional relativamente baja en comparación con otros tumores inmunogénicos, su capacidad de activar respuestas inmunitarias lo convierte en un candidato clave para la inmunoterapia.
Investigaciones recientes han demostrado que algunos tumores de riñón pueden presentar antígenos virales derivados de virus endógenos humanos (ERVs).
Lo que activa el sistema inmunitario y podría mejorar la respuesta a tratamientos basados en inmunoterapia, como los inhibidores de puntos de control inmunológico (anti-PD-1 y anti-CTLA-4).
La interacción entre los mecanismos genéticos del ccRCC y la inmunidad refuerza la importancia de desarrollar estrategias terapéuticas que potencien la capacidad del sistema inmunitario para reconocer y atacar las células cancerígenas.
Los retrovirus endógenos humanos (HERVs) son secuencias genéticas derivadas de infecciones retrovirales ancestrales.
Estos se han integrado en el genoma humano a lo largo de millones de años, representando aproximadamente el 8% del mismo.
Aunque la mayoría de estos elementos permanecen inactivos, estudios recientes han demostrado que ciertos HERVs pueden reactivarse en condiciones específicas.
Esta reactivación puede conducir a la expresión de proteínas virales que, al ser presentadas en la superficie de las células tumorales, podrían ser reconocidas por el sistema inmunitario, abriendo nuevas vías para terapias inmunológicas dirigidas.
La reactivación de HERVs en células tumorales puede deberse a alteraciones epigenéticas o mutaciones genéticas que ocurren durante la oncogénesis.
Esta reactivación no solo contribuye a la progresión del tumor, sino que también ofrece una oportunidad única para el desarrollo de terapias innovadoras.
Al dirigirse a estos antígenos virales específicos de las células cancerosas, es posible diseñar estrategias terapéuticas que potencien la respuesta inmunitaria del paciente contra el tumor, minimizando el daño a los tejidos sanos.
Este enfoque representa una prometedora área de investigación en la búsqueda de tratamientos más efectivos y personalizados para el cáncer renal.
Aunque estos hallazgos son prometedores, los científicos advierten que se necesitan más estudios para determinar la seguridad y eficacia de esta estrategia en humanos.
Uno de los principales desafíos es entender cuáles ERVs son más inmunogénicos y cuáles podrían utilizarse en terapias dirigidas.
Además, se debe evaluar la posibilidad de efectos adversos, ya que la activación incontrolada de ERVs podría inducir respuestas autoinmunes o afectar tejidos sanos.
Sin embargo, los investigadores confían en que este descubrimiento abre nuevas oportunidades para aprovechar la biología del cáncer en beneficio de la medicina personalizada.
Este estudio representa un avance significativo en la comprensión de la relación entre los virus endógenos y el cáncer.
La posibilidad de utilizar elementos virales ancestrales para estimular la respuesta inmune contra tumores renales podría cambiar la forma en que se desarrollan las inmunoterapias.
Si bien aún queda mucho por investigar, estos hallazgos podrían abrir el camino a nuevos tratamientos más eficaces y dirigidos en la lucha contra el cáncer.
Fuente: Cell