En el exótico mundo de la física cuántica probablemente hay pocos fenómenos más extraños que el entrelazamiento.
Este mecanismo cuántico no tiene un equivalente en la física clásica, y consiste en que el estado de los sistemas cuánticos involucrados, que pueden ser dos o más, es el mismo.
Esto significa que estos objetos, en realidad, forman parte de un mismo sistema, incluso aunque estén separados físicamente. De hecho, la distancia no importa.
Si dos partículas, objetos o sistemas están entrelazados mediante este fenómeno cuántico, cuando midamos las propiedades físicas de uno de ellos estaremos condicionando instantáneamente las propiedades físicas del otro sistema con el que está entrelazado. Incluso aunque esté en la otra punta del universo.
Suena a ciencia ficción, es verdad, pero por muy extraño y sorprendente que nos parezca este fenómeno se ha comprobado empíricamente.
De hecho, es, junto a la superposición de estados, uno de los principios fundamentales de la computación cuántica.
Sí, sin entrelazamiento cuántico los prototipos de computadores cuánticos fabricados por IBM, Google, Honeywell o IonQ, entre muchas otras empresas, no existirían.
Esta es la razón por la que los físicos se están esforzando para conocer lo mejor posible las características de este fenómeno cuántico tan extraño.
Los científicos son capaces desde hace ya varios años de establecer el entrelazamiento cuántico a voluntad entre dos o más partículas, aunque continúa siendo un escenario de experimentación muy complejo y en continua evolución.
Si lo pensamos bien resulta muy impactante que el ser humano haya logrado controlar en cierta medida un mecanismo cuántico tan exótico y en principio ajeno a nuestra intuición.
Pero sí, empleando fotones, iones atrapados o cúbits superconductores manipulados con pulsos de microondas, entre otras opciones, es posible desencadenar el entrelazamiento.
Habitualmente se describe este mecanismo cuántico como un fenómeno instantáneo.
Sin embargo, no lo es. Y lo sabemos porque varios grupos de investigación de Austria y China han trabajado juntos en el desarrollo de un software de simulación que es capaz de emular los procesos ultrarrápidos que tienen lugar en el contexto de la mecánica cuántica. Incluido, por supuesto, el entrelazamiento.
Han dado a conocer el resultado de su investigación, para estos físicos lo realmente importante no es solo medir el tiempo que tarda en establecerse el entrelazamiento cuántico entre dos o más partículas o sistemas; su investigación también persigue entender mejor cómo se desarrolla este mecanismo y qué efectos físicos resultan determinantes en escalas de tiempo extremadamente cortas.
Sea como sea el experimento que han diseñado les ha llevado a concluir que el entrelazamiento entre dos electrones tarda en consolidarse en promedio 232 attosegundos.
Es un periodo de tiempo tan reducido que cuesta imaginarlo. De hecho, un attosegundo equivale a una trillonésima parte de un segundo (10⁻¹⁸ segundos).
Fuente: APS
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