En nuestra vida diaria somos capaces de tomar miles de decisiones, que pueden tener mayor o menor relevancia. ¿Cómo actúan el cerebro y los circuitos neuronales para procesar la información y elegir de manera adecuada?
Centrándonos en un ejemplo de un insecto revoloteando, entendemos que antes de tomar una decisión, debemos analizar las condiciones que rodean a su molesto revoloteo alrededor de la comida. ¿Qué color tiene? ¿Cuál es su movimiento? ¿Se trata de una avispa o es un simple mosquito? El cerebro, de manera previa a la elección, ha de procesar esta información, para luego ser capaz de decidir correctamente.
Hasta el momento los científicos creían que existían dos grupos de neuronas: una primera red de células nerviosas se encargaría de filtrar si el movimiento o el color era más relevante para tomar la decisión, mientras que el segundo grupo neuronal tendría que considerar únicamente la información sensorial previamente filtrada para elegir qué hacíamos.
En otras palabras, la investigación suponía que que éramos incapaces de procesar toda la información de manera global, y que por lo tanto necesitábamos de puertas de entrada neuronales, que nos ayudaran en el filtrado de esos datos. Sin embargo, una investigación realizada por científicos de la Universidad de Stanford podría cambiar para siempre nuestro conocimiento sobre la toma de decisiones a nivel nervioso.
Su trabajo, publicado en la revista Nature, determinaría que existiría un único lugar en el cerebro encargado de tomar las decisiones. La línea de investigación, en la que han utilizado monos como modelos animales y complejos programas computacionales, ha concluido que existe un punto específico de la corteza prefrontal encargado de este tipo de procesamiento de datos y de toma de decisiones.
En otras palabras, no existirían dos circuitos neuronales, como comentábamos antes, de filtrado de información y de elección final. Al contrario, según los datos obtenidos por el equipo de William Newsome, las decisiones se tomarían por un único grupo de neuronal, situadas en el lóbulo frontal, que integrarían la información para luego tomar una única elección.
Su trabajo, que consistió en experimentos biológicos y en el uso de modelos computacionales, cambiaría buena parte de los conceptos que se conocen actualmente en neurociencia.
Fuente: ALT1040