Investigadores de la Universidad California Berkeley trabajan en micro robots del tamaño de partículas de polvo, llamado polvo neural, para explorar el cerebro.
Se tendría una interfase hombre-máquina compuesta de 3 partes: la primera, miles de nodos sensores, del tamaño de microbios (el polvo neural) que detectan señales cerebrales, dentro de su corteza.
La segunda, un transceptor de ultrasonido, instalado entre el cráneo y la piel que monitorea el polvo neural. Las partículas reciben su energía piezoeléctricamente, transformando ondas sonoras del transceptor en señales eléctricas.
Finalmente, un gran nodo en la superficie de la cabeza que suministra energía de baterías, procesamiento de datos y la capacidad de transmitir datos a un receptor cercano.
Esta nueva interfase podría servir a personas discapacitadas a interactuar con el mundo, o también de sistema de monitoreo para pacientes neurológicos.
Fuente: Gizmodo