Los astrónomos han observado, por primera vez, unas explosiones que solo duran unas horas. ¿En qué objetos se produce este fenómeno?
Un equipo de astrónomos pasó casi un año preguntándose qué era exactamente el destello de luz que captaron saliendo del cadáver de una estrella muerta.
Ahora los expertos confirman que se trata de un nuevo tipo de explosión estelar llamada “micronova”, que sería lo suficientemente poderosa como para destruir el equivalente a 3 500 millones de Pirámides de Giza o alrededor de una milésima parte de la masa de la Luna.
“Hemos descubierto e identificado por primera vez lo que llamamos una micronova”, dice la astrofísica Simone Scaringi de la Universidad de Durham.
“El fenómeno desafía nuestra comprensión de cómo ocurren las explosiones termonucleares en las estrellas.
Pensamos que sabíamos esto, pero este descubrimiento propone una forma totalmente nueva de lograrlas”.
Un fenómeno nuevo para la ciencia.
En la mayoría de las explosiones estelares que involucran enanas blancas, la estrella está completamente rodeada por una “capa” de hidrógeno que arde intensamente durante semanas o meses.
Los científicos creen que la micronova se produce cuando el fuerte campo magnético de la enana blanca acorrala al hidrógeno cerca de sus polos.
Recordemos que el Sol se convertirá en una enana blanca una vez que haya quemado todo su combustible (algo que no ocurrirá antes de varios miles de millones de años).
“Por primera vez, hemos visto que la fusión de hidrógeno también puede ocurrir de manera localizada”, comenta Paul Groot, coautor del trabajo.
“El combustible de hidrógeno puede estar contenido en la base de los polos magnéticos de algunas enanas blancas, por lo que la fusión solo ocurre en estos polos magnéticos”.
Estas explosiones, extremadamente poderosas, tienen lugar en la superficie de ciertas estrellas y pueden quemar rápidamente grandes cantidades de material, afirman los científicos.
Queman desde decenas a cientos de quintillones de kilogramos de material estelar en apenas unas horas.
Eso sí, a pesar de que no dejan de ser explosiones estelares muy potentes, son pequeñas en escalas astronómicas si las comparamos con las novas y las supernovas, que son mucho más brillantes y se conocen desde hace siglos.
Una micronova sería, por tanto, una versión más pequeña de la nova.
Los dos objetos, la estrella y la ya enana blanca, están tan cerca el uno del otro, que la enana blanca extrae material de su compañera.
Roba parte de su atmósfera y la acumula en su superficie.
Al fusionar el hidrógeno en elementos más pesados, se produce la rápida explosión termonuclear.
“El combustible de hidrógeno puede estar contenido en la base de los polos magnéticos de algunas enanas blancas, de modo que la fusión solo ocurre en estos polos magnéticos.
Esto conduce a la explosión de bombas de microfusión, que tienen la fuerza de aproximadamente una millonésima parte de la explosión de una nova, de ahí el nombre de “micronova”, dicen los autores.
Los investigadores se encontraron por primera vez con las micronovas cuando notaron un destello de luz brillante que duró poco tiempo mientras analizaban los datos del Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA.
Desde entonces, han observado tres micronovas usando el satélite, que normalmente se usa para buscar exoplanetas, mundos fuera de nuestro sistema solar.
Este hallazgo sugiere que las ráfagas podrían ser bastante comunes y una nueva prueba de cuán dinámico es nuestro universo.
Los astrónomos esperan capturar más de estos elusivos eventos, lo que requerirá encuestas a gran escala y mediciones de seguimiento de respuesta rápida.
Fuente: ABC