Cuando se produce un incendio en el interior de un edificio, muchas veces los bomberos no conocen los peligros que se pueden encontrar ahí.
En el futuro, pequeños robots terrestres podrían reconocer estos entornos para detectar los focos del fuego o la toxicidad del ambiente, así como localizar posibles víctimas y rutas seguras para acceder a ellas.
Ahora, un equipo que incluye a Noelia Fernández Talavera, de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) en Madrid, y Juan Jesús Roldán-Gómez, de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), ambas instituciones en España, ha creado un prototipo de robot capaz de realizar estas funciones en incendios reales.
Predecir la evolución de un incendio es de gran utilidad para poder extinguirlo.
Cuando los bomberos intervienen en un incendio dentro de un edificio se tienen que enfrentar a varios desafíos.
Uno de los mayores problemas es la falta de información sobre el escenario, así como los objetivos y peligros que se encuentran en el interior.
En algunas ocasiones, no cuentan con planos de los edificios; en otras, el fuego los ha podido cambiar radicalmente, por ejemplo, generando escombros en las vías de acceso o atmósferas tóxicas en ciertos lugares.
En estas operaciones, los bomberos deben tomar decisiones importantes basándose en información limitada, lo que puede aumentar el riesgo de sufrir accidentes a corto plazo o enfermedades profesionales a largo plazo.
La idea de los investigadores de la UAM y URJC no es que los robots sustituyan a las personas que realizan estos trabajos, sino que las protejan y las ayuden a realizar su trabajo.
Para ello, proponen que su robot intervenga antes que los bomberos, empleando sus sensores para recolectar información sobre el escenario y el incendio, como la temperatura, calidad del aire, etcétera.
Además, el robot puede transportar una o varias cámaras normales o térmicas para ayudar a localizar las llamas y las víctimas, facilitando a los bomberos la planificación de intervenciones más rápidas y con menos riesgos.
“En el futuro, robots como el desarrollado podrían asumir más responsabilidades en tareas como la propia extinción del incendio, la búsqueda y rescate de las víctimas, la mitigación de ciertos peligros, la predicción de la evolución de las llamas, el análisis estructural del edificio o el transporte de materiales”, declaran los creadores del robot.
El robot que los investigadores han diseñado es modular y de bajo costo aunque con altas prestaciones, capaz de monitorizar el terreno de forma dirigida o realizar una exploración autónoma calculando por su cuenta rutas rápidas y seguras hacia sus objetivos.
El robot está dotado de balizas de banda ultraancha y sensores de ultrasonidos para ayudar a la localización y para detectar obstáculos.
También se han instalado sensores para medir la temperatura, la humedad relativa y la calidad de aire (eCO2, TVOC, H2 y etanol).
“Estas mediciones se envían en tiempo real a la estación base y se registran en una base de datos, para medir las condiciones ambientales del incendio, detectar la ubicación del foco del fuego de manera precisa y permitir a los bomberos la toma de decisiones más adecuadas en cada caso”, detallan los investigadores.
Además, el equipo ha desarrollado un simulador realista del robot y varios entornos de intervención, todo lo cual permite preparar las misiones y entrenar a los operadores de los robots antes de las intervenciones con los robots reales.
Por último, los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos, en condiciones muy similares a las de un edificio ardiendo, en las instalaciones de la Jefatura de Bomberos de Alcorcón.
Durante estas pruebas, el equipo pudo demostrar la capacidad de trabajo de su robot en un escenario desestructurado con presencia de fuego y humo.
Fuente: Journal of Field Robotics