Investigadores de la UPC prueban una tecnología para un sensor que permite detectar cuando una persona se ha caído, la localiza y avisa automáticamente a los servicios de emergencia.
Una caída puede suponer un riesgo para cualquiera, pero aún mayor para los ancianos. Especialmente para los que viven solos.
Por eso un equipo internacional de investigadores está desarrollando una tecnología que detecte estos acontecimientos, localice geográficamente a la víctima y dé aviso a los servicios de emergencia.
El dispositivo FATE (‘FAll detector for The Elder’ – ‘detector de caídas para los ancianos’) es «un aparato pequeño, con un sensor altamente sensible para detectar caídas, que va incorporado en el interior de un cinturón y que el paciente lleva puesto durante todo el día», aseguran desde la Universitat Politécnica de Catalunya en un comunicado.
«Este detector identifica las caídas del usuario y lo localiza allí donde esté y en todo momento».
Para cubrir todos los momentos del día, FATE también incorpora una tecnología que incluye un sensor de cama capaz de identificar ausencias prolongadas.
Si el usuario se ha levantado y no ha vuelto en un tiempo prudente, el sistema da la alarma por si ha habido una emergencia.
El protocolo de actuación de FATE, que todavía está en periodo de pruebas, es sencillo.
Emite un aviso automático al 061 –de urgencias sanitarias–, donde localizan al afectado y realizan una llamada para confirmar el accidente.
Un equipo médico valora la situación y determina si ha de enviarse una ambulancia.
«Este protocolo aumenta la seguridad de los pacientes, principalmente de aquellas personas que viven solas, ya que les asegura atención médica», asegura el comunicado.
Aunque el desarrollo de esta tecnología comenzó en 2012, solo recientemente han comenzado las primeras pruebas.
Para llevarlas a cabo los investigadores han seleccionado dos grupos de aproximadamente 100 pacientes (205 en total).
Un semestre lo llevarán unos, y otro semestre los otros.
Fuente: ABC