Investigadores de la Universidad Johannes Kepler de Linz han desarrollado un dron impulsado por energía solar que utiliza módulos de células solares que son 20 veces más delgados que un mechón de cabello humano.
Este dron del tamaño de la palma de la mano está equipado con veinticuatro de estas células ultrafinas, lo que representa sólo 1/400 de su peso total.
Lo que los investigadores descubrieron fue que esta configuración permitía al dron operar de manera autosuficiente y realizar ciclos consecutivos de carga-vuelo-carga sin recarga por cable.
Las aplicaciones futuras podrían incluir operaciones de búsqueda y rescate, cartografía a gran escala y sistemas solares espaciales.
“Las células solares ultrafinas y ligeras no sólo tienen un enorme potencial para revolucionar la forma en que se genera energía en la industria aeroespacial, sino que también existe una amplia gama de aplicaciones que incluyen la electrónica portátil y el Internet de las cosas, que también pueden beneficiarse de esto.
La energía fotovoltaica, ligera, adaptable y altamente eficiente, es la clave para desarrollar la próxima generación de sistemas energéticos autosuficientes”, afirmó Christoph Putz, uno de los autores principales del estudio.
Fuente: JKU
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