Todavía no sabemos la causa exacta de la enfermedad de Alzheimer en cada paciente, pero las investigaciones han señalado cada vez más factores ambientales (como la carne y los alimentos procesados y las partículas de la contaminación de los automóviles) que parecen conducir a esta trágica y degenerativa condición.
Agregue otro posible culpable a esa lista: la sangre.
Los resultados de un nuevo estudio sugieren que las transfusiones y trasplantes de sangre, médula ósea, órganos y otra materia biológica de una persona con Alzheimer hereditario a una persona sana pueden propagar la enfermedad.
Científicos canadienses de la Universidad de Columbia Británica llegaron a esta conclusión después de realizar experimentos de laboratorio con ratones y células madre.
Para el estudio, criaron ratones para que fueran portadores del Alzheimer hereditario humano, y específicamente de un gen que sintetiza placas amiloides.
Luego extrajeron células madre de su médula ósea e inyectaron este tejido biológico en ratones sanos que no eran portadores.
En nueve meses, los ratones normales mostraban signos de deterioro cognitivo, así como cambios en sus cerebros, como la acumulación de placas amiloides, depósitos fibrosos que son características clásicas del Alzheimer.
Los investigadores obtuvieron varias conclusiones.
Una es que el Alzheimer puede surgir de células madre fuera del sistema nervioso central del cuerpo, lo que revierte algunas ideas preconcebidas sobre cómo se forma la enfermedad.
“Uno de los resultados potenciales de este estudio es estimular el campo para alejarse del dogma central convencional de la patología de la EA [enfermedad de Alzheimer], que afirma que la acumulación de Aβ [amiloide] derivado del cerebro, específicamente producido por las neuronas, es la causa de la enfermedad“, escriben los investigadores.
“Este estudio demuestra la contribución del Aβ, generado fuera del cerebro, en el establecimiento de la enfermedad”.
Otra es que la vía para desarrollar la enfermedad de Alzheimer podría ser similar a la forma en que las personas adquieren enfermedades cerebrales priónicas como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que puede transmitirse.
Se sabe que las personas que comen vacas con la enfermedad de las vacas locas desarrollan una versión de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
En pocas palabras, el Alzheimer podría transmitirse a personas sanas mediante la donación de materia biológica.
Esto significaría que los donantes potenciales tendrían que ser examinados para detectar esta afección.
“Esto respalda la idea de que el Alzheimer es una enfermedad sistémica en la que los amiloides que se expresan fuera del cerebro contribuyen a la patología del sistema nervioso central“, dijo en un comunicado el inmunólogo y autor principal de la Universidad de Columbia Británica, Wilfred Jefferies.
“A medida que continuamos explorando este mecanismo, la enfermedad de Alzheimer puede ser la punta del iceberg y necesitamos tener controles y pruebas de detección mucho mejores de los donantes utilizados en trasplantes de sangre, órganos y tejidos, así como en las transferencias de células madre derivadas de humanos o productos sanguíneos.“
Fuente: Stem Cell