Conseguir edificios de una eficiencia energética muy alta, en los que la cantidad muy baja o prácticamente inexistente de energía requerida provenga de fuentes renovables, y poder ser situadas en las inmediaciones, es un objetivo difícil.
Un ideal, conocido como energía positiva, que en Noruega quieren alcanzar en toda una ciudad.
Lyseparken es su nombre y su construcción contará con un corazón muy particular: un centro de datos sostenible, The Spark, concebido para ser cerebro y cuerpo de este núcleo urbano que lo acogerá.
Será cerebro por ser el lugar en el que se almacenarán datos, el espacio que incluirá la capacidad de controlar la información y el funcionamiento de una ciudad inteligente; y será cuerpo porque su desempeño dará lugar a un concepto de energía circular que quiere transformar la realidad de estos espacios tradicionalmente poco sostenibles energéticamente.
El proyecto del centro de datos The Spark, desarrollado por el estudio de arquitectura Snøhetta en colaboración con Nokia y otras empresas, se centra en transformar el perfil energético de estos espacios dedicados al almacenamiento de información.
Que pasen de ser simples demandadores de energía, a productores de la misma.
Dejando a un lado los habituales emplazamientos y concepciones de estos centros, áreas remotas y superficies de enormes proporciones, esta iniciativa busca llevarlos a los centros urbanos y sacar partido de sus particularidades.
Si necesitan mucha energía para mantenerse fríos, porque su funcionamiento los torna calientes, ¿por qué no aprovechar la circunstancia y darle una utilidad a ese calor residual?
“El calor generado por los centros de datos representa un enorme potencial sin explotar en términos de captura de energía que queríamos explorar más a fondo”, explica Kjetil Trædal Thorsen, socio fundador de Snøhetta.
“Al explotar de manera eficiente y sostenible el exceso de energía que de lo contrario se desperdicia, podemos utilizar la tecnología para apoyar generosamente la salud, el ocio y el medio ambiente”.
La idea es que este nuevo centro de datos de Lyseparken emplee, en lugar de los habituales métodos, un sistema de refrigeración líquida que se lleve el calor de las instalaciones para trasladarlo a un sistema de calefacción urbana que calentaría los inmuebles de su entorno cuando fuese necesario.
Para aprovechar esta energía de la mejor manera, los edificios con mayores demandas de calor se situarían junto a la instalación de almacenamiento, estando al principio del circuito.
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Los edificios que menos energía necesitasen se situarían más alejados, dado que conforme viaja el líquido el poder calorífico se va disipando.
Completado el circuito de calefacción, la sustancia refrigerante se habría enfriado lo suficiente como para volver al centro de datos, volver a hacer su trabajo capturando el calor y llevándolo de nuevo al circuito urbano, comenzando el ciclo una vez más.
Los centros de datos representan un 2 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero a nivel mundial y este proyecto, sobre el papel, asegura que su consumo energético puede llegar a reducirse en un 40 %.
Al margen del centro de datos, Lyseparken se está construyendo cerca de la urbe de Bergen, por iniciativa del municipio de Os, con el objetivo de conseguir ser una ciudad de energía positiva.
Un núcleo urbano autosuficiente que emplea recursos renovables propios, creando además nuevos puestos de trabajo para los habitantes de la zona.
“Después de haber resuelto esto teóricamente… decidimos ir más allá al siguiente nivel.
El objetivo no era ser carbono neutral [cero emisiones], pero podría ser el resultado de nuestro modelo de negocio”, asegura a ‘Fast Company’ el responsable del proyecto, Fredrik Seliussen.
El centro de datos se ubicará en el centro del parque empresarial de esta futura ciudad con 600.000 metros cuadrados de oficinas, teniendo cada una de las empresas una participación en una compañía eléctrica local.
Cada una de estas compañías, además, deberá producir y consumir electricidad a partir de una combinación de fuentes renovables que incluye la energía solar y la térmica.
The Spark, por su parte, comprará energía solar a la compañía eléctrica local, y a su vez venderá el calor que proveerá a los edificios de la población.
Se espera que Lyseparken cree 4.000 nuevo empleos y se construyan en sus alrededores entre 3.000 y 5.000 viviendas en las que vivirán parte de sus trabajadores, los cuales podrán acudir a sus puestos de trabajo dada la estratégica situación de estos inmuebles cerca de la ciudad de Os, de la que depende este nuevo núcleo poblacional.
Fuente: Xataca