Imagínese un futuro en el que los viajes intercontinentales en avión son menos dañinos para el medio ambiente que en la actualidad.
Sería pasajero de innovadoras aeronaves capaces de recorrer enormes distancias sin aumentar la huella de carbono.
Para el equipo de FlyZero la clave está en el desarrollo de sistemas de propulsión ecológicos que usen el hidrógeno líquido como combustible de emisión cero.
El grupo de investigadores dirigido por el Instituto de Tecnología Aeroespacial del Reino Unido no solo se ha quedado en ideas sobre el papel.
Con el objetivo de reforzar su proyecto, han desarrollado un concepto de avión futurista de tamaño mediano.
Según sus cálculos, la aeronave podrá alcanzar las velocidades de los aviones de pasajeros actuales y, en algunos casos, superar la cantidad de pasajeros de estos.
Uno de los grandes desafíos de la actualidad es reducir el impacto ambiental que produce el transporte aéreo de larga distancia.
Bajo esta premisa, más de 100 expertos aeroespaciales del proyecto FlyZero examinaron los pros y los contras de las diferentes alternativas de propulsión y fueron descartando las menos prometedoras hasta quedarse con la última opción.
Las baterías quedaron fuera de la carrera rápidamente por su enorme peso.
¿Malas noticias para el Spirit of Innovation y su batería “más densa del mundo?
El amoníaco, sí el amoníaco, también quedó fuera de juego por sus emisiones nocivas y el peso de los sistema de propulsión y combustibles requeridos.
Una de las alternativas más prometedoras, el hidrógeno en estado gaseoso, fue tachado de la lista por ocupar demasiado espacio y ofrecer una autonomía reducida.
El gran ganador fue el hidrógeno líquido.
Este tipo de combustible, según FlyZero, es el ideal para los grandes motores de combustión de los aviones de pasajeros.
Asimismo, este tipo de sistema permitiría recorrer grandes distancias y reducir la necesidad de reabastecimiento en medio del viaje.
Utilizando estos datos, el equipo imaginó un avión conceptual de tamaño medio y propulsado por hidrógeno líquido.
El diseño del mismo luce una característica muy singular: “unas mejillas de ardilla“.
Esta protuberancia que emerge del fuselaje de la popa sería necesaria para alojar los tanques de combustible criogénico.
Este contaría con capacidad para 279 pasajeros y podría alcanzar los 9.723 km de vuelo sin necesidad de reabastecimiento.
Estas características le permitirían al avión de FlyZero hacer vuelos intercontinentales con solo una parada.
Por ejemplo, el Boeing Dreamliner puede cubrir 13.950 km con unos 242 pasajeros.
FlyZero cree que este tipo de aeronaves “tendrá una economía operativa superior a la de los aviones convencionales a partir de mediados de la década de 2030“.
No obstante, aún quedan desafíos por resolver como el desarrollo de la tecnologías para estos aviones, el almacenamiento, la distribución, el precio del hidrógeno y, por su puesto, la seguridad.
Fuente: New Atlas