En China, donde encabezan la transición al auto eléctrico y donde el Gobierno se ha propuesto abanderar esta tecnología, curiosamente se ha celebrado el Congreso Mundial de la Combustión Interna 2024.
Tianjin, cercana a Pekín, ha sido el lugar elegido para esta edición que ha quedado marcada por la presentación de un producto local que ha acaparado todos los focos.
Es el motor diésel de Weichai Power, un propulsor diésel que presume de una eficiencia como nadie había conseguido.
Lo que ha presentado Weichai Power es, sencillamente, el propulsor diésel más eficiente que se conoce hasta ahora.
Un hito avalado por China Automotive Technology & Research Center, entidad especialista en pruebas de vehículos de combustión interna, pero también por el prestigioso TÜV SÜD, proveedor técnico internacional de ensayos, certificación, inspecciones, formación y asistencia técnica para diferentes sectores industriales.
Según asegura la marca, y confirman estos especialistas, este motor diésel chino consigue una eficiencia del 53,09%.
Esta cifra récord es el resultado de un desarrollo que nació en 2015 con un propulsor al que se le han ido aplicando pequeñas mejoras para, año tras año, conseguir rascar más y más puntos porcentuales en lo que a eficiencia se refiere.
En sus últimos avances se ha trabajado en una combustión de alta expansión para mejorar un 0,3%, en la sobrealimentación de flujo mixto (0,25%) e inyección de alta eficiencia (0,2%).
Todo ello, junto a una mejora en la eficiencia del 0,15% derivada del empleo de componentes de baja fricción, ha conseguido elevar la eficiencia desde el 50,23% en 2020 al actual 53,09%.
Estas mejoras, que parecen mínimas, son un avance realmente espectacular.
Si hablamos de cifras de ahorro de combustible, se cree que pasar del 45-46% de eficiencia a ese 53,09% permite reducir el consumo de diésel en un 14%.
Un tractor que utilice este motor y recorra 250.000 kilómetros al año estaría ahorrando unos 12.000 litros de diésel, lo que equivaldría a unos 98.000 yuanes de ahorro anual (unos 12.640 euros).
Y es que, no es casual que la comparación se haya hecho con un tractor.
Este propulsor no lo veremos en las calles, al menos a bordo de un carro.
Sobre todo porque es un seis cilindros en línea, que pesa 1,060 kg para producir 530 CV. Y, aunque no lo parezca, es diminuto.
Porque la única manera de conseguir estas cifras de eficiencia es utilizando un motor enorme con un régimen de giro muy bajo.
De hecho, el par máximo de este motor es tremendo (2.500 Nm) pero se entrega entre las 1.000 y 1.400 rpm.
Para hacernos una idea, en un carro diésel no se recomienda cambiar de marcha hasta superar las 1.500 rpm.
Un motor diésel para autos tiene un rango de eficiencia de entre el 30 y el 45%.
Para conseguir cifras mejores es imprescindible utilizar motores gigantescos que se utilizan en grandes generadores estacionarios o en enormes barcos.
Por eso, “miniaturizar” este motor diésel y llevarlo a un tamaño aprovechable en tractores y conseguir que supere por poco la tonelada de peso es todo un hito.
Entonces es realmente útil para camiones y vehículos agrícolas, donde la transición al vehículo eléctrico está siendo, todavía, más complicada que en el mundo del automóvil.
Fuente: Diario Motor