El cine compartió con todos nosotros su visión sobre un justiciero artificial a través de RoboCop, pero en la vida real, el robot defensor de la ley es el Knightscope K5, de apariencia similar al cruce entre una lavadora y la nariz de un transbordador espacial.
El robot es capaz de detectar y registrar actividad sospechosa, transmitirla a un operador humano y crear mapas en 3D, y si alguien lo ataca, básicamente empieza a chillar.
Aparentemente, Microsoft organizó un evento llamado “Rise of the Robots”, en el que algunos de los visitantes fueron recibidos y escoltados por varias de estas unidades.
Estamos ante un sistema de prevención que puede ser equipado con toda clase de módulos destinados a la vigilancia.
Conectividad WiFi, lectura de placas, imágenes termográficas, detección de químicos, reconocimiento facial, geolocalización, cámara de video con grabación a 360 grados y tecnología LIDAR representan una parte del amplio repertorio que tiene a su disposición cada Knightscope K5.
El robot tiene un metro y medio de alto, y pesa unos 135 kilogramos, lo que representa al menos un desafío mínimo para quien desee derribarlo de una patada.
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Ante la posibilidad de un ataque físico, la única medida de defensa que tiene el Knightscope es la emisión de un chirrido que irá aumentado su volumen hasta volverse ensordecedor.
La información disponible no revela ningún detalle sobre el costo general del robot, pero sí habla sobre la posibilidad de alquilarlo.
Knightscope entrega las unidades con un precio de 6.25 dólares por hora, y de acuerdo a los creadores, es la mitad de lo que cuesta un guardia de seguridad de carne y hueso en los Estados Unidos.
El plan es que los robots hagan sus rondas en lugares abiertos como centros comerciales, y tanto en los campus de escuelas y universidades como en los cuarteles generales de muchas compañías.
Fuente: Neoteo