Los perros pueden detectar el cáncer a través de su olfato, pero las hormigas logran lo mismo y aprenden más deprisa.
Un equipo de científicos de varios centros de investigación franceses ha conseguido entrenar hormigas para detectar el cáncer.
Hasta ahora, esta tarea era más común en otros animales con gran olfato, como los perros.
Sin embargo, su uso en la detección de células tumorales presentaba algunos inconvenientes, como el hecho de que se tarda mucho tiempo en adiestrar a un solo perro.
Con las hormigas se elimina ese problema, pues aprenden mucho más deprisa.
Además, se pueden tener colonias con muchos más ejemplares.
Y los resultados son incluso mejores.
De hecho, no solo se ha conseguido que las hormigas detecten el cáncer.
Los autores de este estudio han logrado también que distingan entre dos tipos de tumor de mama diferentes.
Sin duda, es un gran avance, pues permite un diagnóstico rápido, eficaz y apenas invasivo para los pacientes, a los que en principio solo hay que realizar una biopsia.
Esto es así porque de momento se ha hecho solo en cultivos celulares, pero quizás podrían probarse opciones menos invasivas.
Aún es pronto para hablar de grandes colonias de hormigas en los laboratorios hospitalarios, pero no deberíamos descartarlo en un futuro no demasiado lejano.
Las células tumorales, así como las afectadas por otras patologías, muestran un metabolismo distinto al de las células sanas, que se caracteriza por la liberación de sustancias fácilmente detectables para animales con el olfato bien desarrollado.
Estas sustancias, conocidas como compuestos orgánicos volátiles (COV), suelen pasar desapercibidas a la mayoría de los seres humanos. Pero no a todos.
De hecho, en 2018 se dio a conocer el caso de una mujer que olió el párkinson de su marido, incluso varios años antes de que este empezara con los síntomas.
Pero, volviendo al cáncer, generalmente los animales con más facilidad para detectarlo suelen ser los perros.
Por eso, son muchos los científicos que han dedicado parte de su trabajo a adiestrar canes para convertirlos en una nueva herramienta de diagnóstico.
Por ejemplo, en 2019 se hizo con tres ejemplares de Beagle, que lograron detectar el cáncer en el aire espirado de pacientes, con muy buenos resultados.
El problema es que se tarda aproximadamente un año en que el perro esté listo para detectar el cáncer.
Es un proceso arduo, por lo que los autores de este estudio que se acaba de publicar quisieron probar suerte con las hormigas.
Se sabe que estos animales tienen un potentísimo sentido del olfato, gracias a sus antenas, que incluso les permiten procesar varios olores al mismo tiempo.
Valía la pena comprobar si también podrían detectar el cáncer, por lo que pusieron en marcha un sencillo experimento.
Para este estudio se usaron hormigas de la especie Formica fusca.
Son fáciles de encontrar, pues se trata de la especie más abundante y diversa de su género y viven en casi todas las zonas templadas de América del Norte y Eurasia.
Esta era una gran ventaja, pero si no conseguían adiestrarlas rápidamente no valdría la pena.
Por eso, optaron por usar una placa de Petri (las placas redondas de plástico en las que se suelen cultivar bacterias) en la que pusieron dos cultivos celulares.
En uno había células sanas y en otro células tumorales de cáncer de mama, acompañadas de una recompensa azucarada para las hormigas.
Al exponer a los insectos a las dos opciones, encontraban su dulce premio cada vez más rápido.
Y lo mejor es que llegó un momento en que no hacía falta recompensa.
Las hormigas se dirigían directamente a las células tumorales porque habían aprendido a reconocerlas a través del olor de los COV.
Para estrechar aún más el cerco, se repitió el proceso, pero esta vez con dos tipos diferentes de cáncer de mama.
De nuevo, las hormigas aprendieron a dirigirse a aquel que normalmente tenía la recompensa, gracias a que cada tumor tiene un perfil distintos de COV.
Este podría ser un método de diagnóstico muy eficaz, al menos para el cáncer.
Ahora queda comprobar si las hormigas pueden detectar otras enfermedades, como hacen los perros.
Y es que los canes han mostrado ser eficaces también en la detección de otras patologías, como la malaria, la diabetes o incluso el coronavirus.
Por algo se les considera como los mejores amigos del ser humano.
¿Pero quién sabe? Quizás también podríamos ser buenos amigos de las hormigas.
Fuente: iScience
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