El artista Daniel Rozin ha creado un espejo interactivo hecho de madera.
Utiliza 830 piezas de madera de pino, cada una cableada a su propio y diminuto servomotor, además de una cámara que toma una imagen de la persona al frente de este inusual espejo.
Se transfiere la imagen a un Macintosh que la convierte en una señal de video de 830 bytes. El Mac le indica a cada motor la posición a mover cada pieza, para que refleje la luz a una intensidad específica.
Así, se obtiene una imagen de la persona, en tiempo real, pero hecha de madera.
Fuente: Techeblog