Imagínese un futuro en el que la humanidad ha logrado colonizar la Luna. No solo tenemos presencia permanente en nuestro satélite natural, sino que hemos ido tan lejos como para llevarnos allí algunos de los datos más importantes de nuestra civilización para preservarlos de cualquier amenaza.
Este conjunto de ideas podrían tener su origen en un libro de ciencia ficción, pero lo cierto es que provienen de una startup llamada Lonestar Data.
Su objetivo es construir centros de datos en los tubos de lava de la Luna, unas cuevas que se habrían creado por la actividad volcánica de una época muy lejana.
Lonestar dice en un comunicado de prensa que la Luna es el lugar más seguro para almacenar nuestros datos, mucho más incluso que la “cada vez más frágil biósfera terrestre”.
En este sentido, aseguran que su servicio será útil para clientes que vivan en la Tierra como para los astronautas de las futuras misiones lunares.
Una de las ventajas de almacenar datos en la Luna, según la compañía, es que nuestro satélite siempre nos muestra la misma cara, esto se debe a que tarda lo mismo en girar sobre sí mismo que en dar una vuelta alrededor de la Tierra.
Este movimiento sincronizado podría ser beneficioso para establecer enlaces de comunicaciones directos.
Lonestar, que actualmente gestiona “el primer servidor web del mundo en la Estación Espacial Internacional” confía en que su tecnología también llegará a la Luna.
Para ello, bajo el programa Commercial Lunar Payload Services de la NASA, enviará a nuestro satélite a finales de este año un módulo Nova-C diseñado por Intuitive Machines.
Este se encargará de realizar las primeras pruebas de su tecnología.
Posteriormente se realizará un segundo lanzamiento.
En 2023, un módulo Nova-C partirá a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX con varios equipos, entre ellos, el primer prototipo de centro de datos de Lonestar.
No hay demasiada información técnica, pero la compañía afirma que tendrá arquitectura RISC-V multinúcleo y 16 TB de capacidad de almacenamiento.
Los ambiciosos planes a futuro de la compañía comprenden montar centros de datos capaces de almacenar cinco petabytes de datos en 2024 y 50 petabytes de datos en 2026.
Sin embargo, antes deberán hacer frente varios a desafíos, como aterrizar con suavidad en la superficie lunar para no dañar los equipos y encontrar una manera de lidiar con las temperaturas extremas.
Como mencionamos arriba, la compañía planea instalar sus centros de datos en los tubos de lava lunares, pero poco se sabe de estos.
Durante años los científicos han teorizado sobre estos túneles, siendo las mayores pistas detectadas hasta el momento unos pequeños surcos ubicados en la superficie del satélite.
Según recoge CNN, se cree que los tubos de lava podrían ser ideales para bases lunares y proteger a los astronautas de la radiación, los micrometeoritos y los cambios de temperatura.
Esto también podría aplicar para un centro de datos.
Por lo pronto, las próximas misiones lunares nos permitirán comprobar si estos túneles cuentan con las propiedades estructurales como para ser utilizados para los mencionados fines.
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