Un estudio reciente revela que la proporción de versos repetidos en las canciones ha aumentado significativamente en todos los géneros musicales en los últimos años.
La evolución de la música es un reflejo de nuestra cultura y de cómo nos relacionamos con el arte en un mundo en constante cambio.
Este fenómeno se puede comprobar escuchando las canciones que copan ahora las listas de éxitos musicales, donde se han visto cambios significativos en las últimas décadas.
Ahora, los resultados de una investigación sugieren que la música popular ha experimentado importantes cambios medibles en los últimos 50 años.
Además, el estudio proporciona una visión detallada de cómo y por qué los éxitos musicales se han vuelto más simples y repetitivos.
En concreto, el equipo científico liderado por la informática Eva Zangerle, de la Universidad de Innsbruck (Austria), ha analizado un total de 353.320 canciones lanzadas entre 1970 y 2020.
Utilizando técnicas de aprendizaje automático, Zangerle y los suyos identificaron varias características lingüísticas clave de las letras, como la proporción de palabras repetidas, los tipos de señales emocionales, la comprensión y riqueza del vocabulario.
Los resultados mostraron que la proporción de versos repetidos ha aumentado significativamente en todos los géneros musicales.
“Hay más versos que riman y también más estribillos”, en palabras de la autora principal de este trabajo.
“Básicamente descubrimos que las letras [se han vuelto] más fáciles de comprender”, explica.
Por ejemplo, en las canciones pop, esta proporción se ha casi duplicado, mientras que en el rap ha crecido aún más rápidamente.
Además, se observó un aumento en la proporción de estribillos en comparación con otras partes de las canciones.
Esta tendencia, observada en cinco de los géneros musicales más populares en inglés (pop, rock, rap, R&B y country) desde 1970, refleja cómo los cambios en los hábitos de escucha de música, las plataformas y la producción pueden estar moldeando la cultura pop, según los investigadores.
De otro lado, el estudio también reveló que las letras actuales tienden a expresar más emociones negativas y menos positivas en comparación con las de décadas anteriores.
Además, las canciones de ahora son más personales, utilizando con mayor frecuencia pronombres como “yo” y “me”, señalan los expertos.
La tendencia de los artistas hacia una mayor personalización y expresión emocional negativa refleja cambios en la sociedad y en la manera en que se relacionan con su audiencia.
“Las canciones con estribillos repetitivos y estructuras simples tienden a ser más pegajosas y memorables”, explica Mark Jones, psicólogo de la música.
“Esto puede ser una razón por la cual estas canciones tienen tanto éxito en las listas de éxitos y se vuelven virales en plataformas de streaming y redes sociales”, puntualiza.
En este sentido, Michael Varnum, psicólogo de la Universidad Estatal de Arizona (EE.UU), que ha estudiado la evolución de la música popular, considera que, con respecto a trabajos anteriores, este nuevo estudio proporciona una visión más amplia del panorama musical actual, ya que abarca mayor número de canciones y compara diferentes géneros.
Por su parte, Kaleb Goldschmitt, etnomusicólogo en el Wellesley College (EE.UU), cree que, aunque las letras se están simplificando, otros aspectos de la música, como la textura y el ritmo, parecen volverse más complejos.
Por tanto, los artistas podrían estar compensando la simpleza lírica con innovaciones en otras áreas musicales.
Otra explicación para estos cambios en las letras es la evolución en la forma en que la gente consume música.
Con el dominio de plataformas de streaming, los oyentes acceden fácilmente a una vasta cantidad de música y, entre tanta oferta, tienden a preferir canciones que son más fáciles de procesar y comprender.
Según los investigadores, este fenómeno podría estar impulsando a los artistas a crear canciones con letras más simples y pegadizas para captar y mantener la atención del público.
De hecho, teniendo en cuenta que muchas personas escuchan música mientras realizan otras actividades, Varnum sugiere que es lógico que prefieran canciones menos complejas que no requieran demasiada atención.
Además, la facilidad de acceso a la música y la capacidad de escuchar muestras de canciones antes de comprarlas también podrían estar influyendo en las producciones musicales para que produzcan canciones con ganchos más fuertes y fáciles de recordar desde la primera escucha.
Algunos críticos argumentan que la tendencia hacia letras más simples y repetitivas representa una pérdida de creatividad y profundidad en la música.
Sin embargo, la tendencia hacia letras más simples y repetitivas no implica necesariamente que la calidad de la música haya disminuido.
Según los expertos, la complejidad no es un indicador absoluto de la calidad musical.
En cambio, la simplicidad y repetitividad pueden hacer que las canciones sean más accesibles y disfrutables para una audiencia más amplia.
“La música compleja no es necesariamente mejor música”, señala Goldschmitt.
“Si fuera así, todos escucharíamos rock progresivo”, añade.
“La simplicidad en la música puede ser increíblemente poderosa”, resalta Susan Miller, musicóloga y autora de varios libros sobre la evolución de la música popular.
“Algunas de las canciones más icónicas y emocionalmente resonantes de la historia tienen letras relativamente simples.
La repetición y la simplicidad pueden servir para resaltar emociones y hacer que una canción sea más accesible y universal”, concluye.
Fuente: Nature