Cheeta-Cub es un gato robótico que corre como los felinos de carne y hueso. Cuenta con patas de biomecánica de última generación.
Estudios demostraron que el gato imita con sus patas traseras el movimiento que hace con las delanteras, especialmente a la hora de sortear obstáculos. Esto y la biomecánica de sus patas es lo que le da una particularidad en la que se han inspirado unos científicos del EPFL Biorobotics para crear al Cheeta-Cub, un robot que corre como un gato.
Estable y muy rápido, el gato robótico es el más veloz de su categoría (menos de 30 kilogramos de peso), con posibilidades de escalar ascensos en el terreno. La velocidad se acerca a la de un gato doméstico, pudiendo recorrer siete veces la longitud de su cuerpo en menos de un segundo.
Obviamente, su estabilidad y agilidad no son ni remotamente parecidas a los ninjas felinos, pero sí se ha trabajo mucho en su sistema de “pasos pequeños y firmes”. Estas habilidades residen en el diseño de sus patas, que tienen tres segmentos y usan muelles para reproducir los tendones y actuadores para hacer las veces de músculos convirtiendo la energía en movimiento.
El gato robótico, que es autónomo y forma parte de un proyecto en el que también hay un robot salamandra y un robot lamprea, todavía está en fase experimental y un poco lejos de su objetivo de ser máquina de adaptación al terreno y exploración.
Según los suizos de Biorobotics, el uso de estos animales robóticos está orientado a ejercer tareas de soporte en desastres naturales.
Fuente: Neoteo