Utilizando un molino de bolas de acero enfriado a altas temperaturas, los investigadores han conseguido crear este nuevo tipo de hielo amorfo.
Cuando se piensa en hielo, la mayoría nos imaginamos algo parecido a cubitos dentro de ricos refrescos o a la nieve de las montañas.
Sin embargo, por mucho que nos parezca algo tremendamente común, el agua es un extraño líquido que en su estado sólido, y dependiendo de las condiciones de temperatura y presión que la rodean, puede tener, al menos (y que conozcamos) hasta 20 formas distintas, algunas de ellas tan extrañas que solo se han podido ver en un laboratorio, como el hielo superiónico, a la vez sólido y líquido.
Es decir, el hielo de la Tierra no es igual que el de las lunas jovianas Ganímedes y Europa, o el famoso satélite de Saturno, Encélado.
Es por ello que los científicos se afanan por desentrañar el misterio del agua, que está mucho más presente en el Sistema Solar de lo que a priori podría parecer, pero en formas ‘exóticas’.
Ahora, investigadores de Cambridge y del University College London UCL han encontrado una nueva forma de hielo que, curiosamente, se parece más al agua líquida que cualquier otra, lo que puede ser clave para entender al líquido elemento.
Pero sigue siendo sólido.
El hielo cristalino que todos conocemos está compuesto de unas moléculas organizadas en un patrón regular hexagonal, como el que se puede observar en los copos de nieve al microscopio o a simple vista en la disposición del hielo que se queda en los cristales de nuestros carros tras una noche de bajas temperaturas.
Sin embargo, existe otro hielo ‘desordenado’, llamado hielo amorfo, en el que sus moléculas no siguen un orden concreto, algo que también pasa con el agua en su estado líquido.
Se produce cuando las moléculas de agua se enfrían tan rápido que no da tiempo a que se dispongan en una red ordenada.
Es un proceso similar a la producción de helado: la mezcla debe congelarse rápidamente para evitar el desarrollo de cristales; sin embargo, en el caso del agua pura, se forman cristales de forma mucho más rauda.
También ocurre cuando se somete al agua a altas presiones, como las que ocurren en planetas o satélites sometidos a una gran gravedad.
Por ello, se cree que este es el tipo de hielo más común en el Universo (aunque en la Tierra necesitemos de laboratorios de física para recrearlo).
Por ello, para intentar crearlo, el equipo usó un molino de bolas, un aparato utilizado comúnmente para mezclar minerales, pinturas, pirotecnia o cerámicas (materiales amorfos), y que consiste en un recipiente que contiene bolas de metal, al que se le suma el material que se quiere moler y que, con el movimiento, acaba triturándolo.
Los investigadores introdujeron dentro del recipiente de acero, junto con las bolas, hielo cristalino ‘normal’, que poco a poco, por el efecto del movimiento, se fue moliendo hasta convertirse en pequeñas partículas.
A la vez, se enfrió con nitrógeno líquido esta ‘hormigonera’ en miniatura de laboratorio.
Después, para comprender el proceso a escala molecular, el equipo creó una simulación por computador.
El equipo descubrió que así se creaba una nueva forma amorfa de hielo que, a diferencia de todos los demás hielos conocidos, tenía una densidad similar a la del agua líquida y cuyo estado se asemejaba al agua en forma sólida.
«En lugar de terminar con trozos de hielo más pequeños, nos dimos cuenta de que habíamos encontrado un tipo de cosa completamente nueva, con algunas propiedades notables».
Hasta ahora, la teoría decía que había dos tipos principales de hielo amorfo: uno de baja densidad, con alrededor de 0,94 gramos por centímetro cúbico; y otro de alta densidad, a partir de 1,13 gramos por centímetro cúbico.
El nuevo hielo tiene una densidad de 1,06 gramos por centímetro cúbico, registrando una densidad increíblemente cercana a la del agua, con 1 gramo por centímetro cúbico.
Anteriores estudios encontraron que el hielo amorfo puede variar entre los dos tipos o contener ambos, pero este trabajo señala que han conseguido crear hielo amorfo de densidad media, lo que podría significar la piedra angular para comprender el agua líquida y sus extrañas propiedades, como por qué en su forma helada flota, lo que permite a los peces vivir bajo el hielo.
«Hasta ahora se ha pensado que no existe hielo dentro de esa brecha de densidad.
Nuestro estudio muestra que nuestro hielo sí lo hace y esto puede tener consecuencias de gran alcance para nuestra comprensión del agua líquida y sus muchas anomalías».
El significado de estas propiedades aún no está del todo claro.
La MDA podría ser un estado “vidrioso” de agua líquida, sugieren los investigadores.
Aunque el hielo amorfo no se forma en la naturaleza, existen otros sólidos amorfos; el vidrio es uno de ellos, y es simplemente una forma sólida de dióxido de silicio líquido.
Pero el MDA también podría ser simplemente hielo cristalino fuertemente cortado.
Sugiere que nuestros modelos de agua existentes deben ser reexaminados para descubrir dónde encaja la MDA en la imagen.
Pero ya se muestra prometedor para explicar algunas de las formas en que se comporta el hielo de agua en el Universo.
Los investigadores sugieren lugares donde este tipo de hielo amorfo de densidad media podría originarse más allá de su laboratorio.
Según los autores, el hielo ordinario en las lunas de hielo de gigantes como Júpiter podría convertirse en este nuevo tipo debido a las fuerzas de marea ejercidas por la gravedad de estos planetas.
Fuente: Science