Mezclar medicamentos a base de proteínas con hidrogeles puede mantener los enlaces atómicos del medicamento a salvo de altas temperaturas o sacudidas.
Muchos medicamentos deben refrigerarse o pierden su eficacia, pero un nuevo método de empaquetar medicamentos a base de proteínas en un gel rígido podría hacer que duren más a temperatura ambiente.
Los medicamentos pueden descomponerse si no se almacenan adecuadamente, lo que puede hacer que su uso sea peligroso.
La exposición a altas temperaturas, por ejemplo, puede romper los enlaces químicos que mantienen la forma de una molécula de fármaco, alterando su función.
Para algunos medicamentos, agitar puede hacer que sus moléculas se agrupen, reduciendo su eficacia.
Matthew Gibson, de la Universidad de Manchester en el Reino Unido, ha estado trabajando para abordar estos desafíos durante casi 15 años.
Él y sus colegas han desarrollado un método que podría hacer que el manejo de fármacos a base de proteínas sea más sencillo y práctico.
Dice que el nuevo avance surgió del trabajo con Dave Adams de la Universidad de Glasgow en Escocia, que se especializa en la fabricación de hidrogeles.
Descubrieron cómo mezclar proteínas con ingredientes de gel y terminaron con una estructura blanca rígida que se puede cargar en una jeringa.
De esta forma, las proteínas que normalmente tendrían que refrigerarse a -20°C resistieron temperaturas de hasta 50°C y permanecieron funcionando en estas condiciones durante hasta cuatro semanas.
El hidrogel obtiene su rigidez de pequeñas moléculas combinadas en grandes cadenas, que luego se rompen aplicando fuerza.
En las jeringas, al empujar el émbolo hacia abajo se rompen los enlaces moleculares, convirtiendo la mezcla de gel y proteína en un líquido.
Los restos del hidrogel son demasiado grandes para entrar en la aguja de la jeringa, por lo que sólo el medicamento sale de la jeringa.
El equipo probó este método con varios compuestos, incluida la insulina bovina y la β-galactosidasa, una enzima comúnmente utilizada para estudios genéticos en biología.
También se enviaron por correo una caja llena de contenedores llenos de hidrogeles llenos de proteínas y descubrieron que las proteínas resistían las temperaturas y los empujones del viaje a través del sistema postal.
Aunque existen métodos de laboratorio que pueden mantener las proteínas estables durante más tiempo, este enfoque puede ser más adecuado para salir del laboratorio e ingresar a la clínica, dice Alex Brogan del King’s College de Londres.
Dice que beneficiaría más a los países y regiones donde el almacenamiento en frío es raro y prohibitivamente caro.
Si el nuevo método funciona con vacunas basadas en proteínas, podría hacer que la prevención de enfermedades sea más equitativa, afirma.
Gibson dice que él y su equipo confían en que podrían fabricar su hidrogel a escala industrial, pero quieren realizar más estudios sobre su longevidad y seguridad.
Si bien su uso con vacunas está en su lista de deseos, a corto plazo el método también podría usarse para almacenar, transportar y administrar semaglutida, un fármaco utilizado para tratar la diabetes y la obesidad.
Fuente: New Scientist