Un trío de estudiantes graduados de Stanford ha creado una poderosa IA que puede adivinar la ubicación de una amplia variedad de fotografías con notable precisión.
Conocida como Predicting Image Geolocations (PIGEON), la IA está entrenada en Google Street View y puede identificar sin esfuerzo dónde se tomaron las fotos, incluso burlando a algunos de los mejores “geoadivinadores” humanos.
Los desarrolladores afirman que su IA puede adivinar correctamente el país donde se tomó una foto el 95 por ciento de las veces y, por lo general, a unos sorprendentes 40 kilómetros de la ubicación real.
También señalan algunas de sus aplicaciones potencialmente revolucionarias, como ayudar en estudios biológicos o identificar rápidamente carreteras con líneas eléctricas caídas.
Sin embargo, a pesar de todo su potencial muy útil, parece una pesadilla de privacidad a punto de suceder, y algunos expertos temen el abuso de tales herramientas de inteligencia artificial en manos de las personas equivocadas.
“Desde el punto de vista de la privacidad, su ubicación puede ser un conjunto de información muy sensible“, dijo Jay Stanley, de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles.
Los estudiantes se inspiraron en el juego en línea GeoGuessr, que coloca a los jugadores en una ubicación aleatoria en Google Street View y les pide que intenten adivinar dónde se encuentran fijándolo en un mapa.
Para crear PIGEON, tomaron una red neuronal llamada CLIP, creada por el creador de ChatGPT, OpenAI, que aprende sobre imágenes a través de texto y la entrenaron usando Street View.
“Creamos nuestro propio conjunto de datos de alrededor de 500.000 imágenes de vistas de calles“, dijo Silas Alberti, uno de los estudiantes de Stanford que desarrolló la herramienta.
“En realidad, no son muchos datos, [y] pudimos obtener un rendimiento bastante espectacular”.
Para ponerlo a prueba, los desarrolladores enfrentaron su IA contra Trevor Rainbolt, quien es quizás el geoadivinador más conocido y que regularmente se vuelve viral por realizar hazañas como rastrear la ubicación de antiguas fotos familiares.
En un video en su canal de YouTube que documenta su enfrentamiento, PIGEON regularmente (aunque no siempre) vence a Rainbolt, y verlo le dará una idea de la facilidad con la que opera.
Los desarrolladores señalan que la IA tampoco había visto antes ninguna de las ubicaciones específicas solicitadas por el juego en su conjunto de datos.
No hay duda de que el potencial de PIGEON es asombroso, más aún si se tiene en cuenta el minúsculo presupuesto con el que fue elaborado.
Es un testimonio de cómo incluso equipos pequeños pueden crear poderosas herramientas de inteligencia artificial, lo que por extensión resalta tanto los horizontes aparentemente ilimitados de la tecnología como el desafío de desarrollarla de manera segura.
“El hecho de que esto se haya hecho como un proyecto de un estudiante hace que uno se pregunte qué podría hacer, por ejemplo, Google”, dijo Stanley a NPR.
Stanley teme que el gobierno y la vigilancia corporativa puedan hacer que esta tecnología sea aún más poderosa.
Por supuesto, estas entidades sin duda ya no tienen problemas para espiarnos, pero los acosadores también podrían abusar de estas herramientas para rastrear a personas involuntarias que utilizan fotos compartidas en línea.
Y eso, desafortunadamente, es tanto una consecuencia de vivir en nuestra era digital como de nuestra inminente era de IA.
Fuente: NPR