Un nuevo material tan blando como la gelatina podría sustituir a los metales como medio de conexión eléctrica para marcapasos, implantes cocleares y otros implantes electrónicos de tipo médico.
Esa clase de implantes está creciendo de manera espectacular en clases de dispositivo y en ejemplares.
Los más tradicionales son los marcapasos y los implantes cocleares, pero para un futuro no muy lejano ya se perfilan microchips retinianos y microchips cerebrales, para hacer cosas como aumentar la capacidad de visión cuando está mermada, tratar la depresión y recuperar la movilidad de partes paralizadas del cuerpo.
Algunos implantes son rígidos y voluminosos, mientras que otros son flexibles y diminutos.
Pero sea cual sea su forma y función, casi todos los implantes incorporan electrodos, pequeños componentes eléctricamente conductores que se adhieren directamente a los tejidos de interés para estimular eléctricamente en ellos los músculos y nervios deseados.
Los electrodos implantables se fabrican principalmente con metales rígidos que son conductores eléctricos por naturaleza.
Pero con el tiempo, los metales pueden dañar los tejidos con los que están en contacto, causando cicatrices e inflamación que a su vez pueden degradar el rendimiento del implante.
Ahora, un equipo encabezado por Tao Zhou, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos (quien ahora trabaja en la Universidad Estatal de Pensilvania, Estados Unidos), ha desarrollado un material sin metal, que es tan blando y resistente como el tejido biológico y que puede conducir la electricidad de forma similar a como lo hacen los metales convencionales.
El nuevo material se puede aplicar como una tinta con la que imprimir en la superficie de los objetos que ejercerán de electrodos.
El material, un tipo de hidrogel polimérico conductor de alto rendimiento, podría sustituir algún día a los metales en los implantes electrónicos médicos.
Fuente: Nature Materials