Investigadores de la universidad china de Jilin han desarrollado una impresora que utiliza agua, en lugar de tinta, para imprimir.
El papel donde se imprime quedará en blanco nuevamente, después de 22 horas, listo para ser re-utilizado.
El papel tiene la clave de esta iniciativa ecológica, pues es pre-tratado con un tinte invisible conocido como oxazolidina.
La oxazolidina reaccionará con el agua de la impresora, donde crea una impresión clara que tendrá una duración de aproximadamente 22 horas, antes de que la impresión se desvanezca, lo que permite usar la misma hoja de papel muchas veces más de lo habitual.
El único componente obligatorio para hacer de esto una realidad es tener que trabajar en una temperatura por debajo de los 35 grados centígrados, a mayor temperatura el papel se blanquea más rápidamente.
Sobre la base de 50 veces de reescritura, el costo es sólo 1% de las impresiones de inyección de tinta.
Han logrado crear cuatro colores impresos con el agua hasta el momento: azul, magenta, oro y púrpura, pero sólo se puede imprimir en un solo color cada vez, por ahora.
El siguiente paso es mejorar tanto la resolución como la duración de la impresión.
También están trabajando en una máquina que caliente hojas pre-impresas de papel a medida que se introducen en la máquina, desvaneciendo así las hojas de forma instantánea, para re-impresión.
Fuente: Ubergizmo