Todos los episodios de MacGyver se habrían arruinado si hubiera conseguido algunos parches de una nueva piel robótica desarrollada por investigadores de la Universidad de Yale.
El nuevo rumbo de los investigadores de Yale sobre los robots flexibles y multifuncionales puede convertir todo tipo de objetos inanimados en robots capaces de realizar tareas básicas.
Las pieles son en realidad hojas elásticas integradas con una red de sensores y actuadores que se flexionan y se relajan como un músculo.
Las hojas se pueden abotonar para formar una funda, o se pueden unir para formar una máquina más compleja.
“Podemos tomar las hojas y envolverlas alrededor de un objeto para realizar una tarea, locomoción, por ejemplo, y luego quitarlas y ponerlas en un objeto diferente para realizar una tarea diferente, como agarrar y mover un objeto”, dice Rebecca Kramer-Bottiglio, profesora asistente de ingeniería mecánica y ciencia de los materiales en Yale.
“Podemos quitar esas mismas pieles de ese objeto y ponerlas en una camisa para hacer un dispositivo portátil activo”.
Por ejemplo, el equipo de Kramer-Bottiglio conectó una serie de parches de piel robóticos a la parte superior del cuerpo de una camiseta.
Los sensores detectaron cuando la persona que usaba la camisa se encorvó y proporcionaron retroalimentación física y correctiva para fomentar una buena postura.
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Kramer-Bottiglio dice que los robots fueron diseñados originalmente con astronautas de la NASA en mente.
Cada libra que se envía al espacio cuesta alrededor de US$10,000 para llegar allí.
Entonces, en lugar de llevar un ejército de robots capaces de realizar una sola tarea, Kramer-Bottiglio imaginó el envío de pieles robóticas livianas y multifuncionales que pueden hacerlo todo.
Servirían como navajas suizas de robots espaciales y también ahorrarían miles de dólares en costos de carga.
La multifuncionalidad probablemente seguirá siendo un rasgo altamente deseado para los sistemas robóticos que acompañen a los viajeros del espacio profundo algún día (tal vez) en el futuro.
El ambiente que encuentren será extraño y las situaciones imposibles de predecir.
Si los robots van a ser de alguna utilidad, tendrán que adaptarse sobre la marcha como nosotros.
Fuente: Astronomy