La inteligencia artificial ya ha logrado hablar lenguaje humano. Ahora, los científicos trabajan en usar este mismo aprendizaje para hablar con animales.
Uno de los grandes logros de la inteligencia artificial ha sido entender el lenguaje humano; llegando incluso a escribir código basándose en lenguaje natural.
La IA no solo ha conseguido dominar las lenguas vivas; sino que, con ayuda de esta poderosa herramienta, científicos e historiadores han podido encontrar respuestas a lenguajes antiguos que de otra forma habrían sido casi imposibles de descubrir.
Sin embargo, parece que la misión de la inteligencia artificial no acaba aquí, ya que pronto podría ayudarnos a hablar con animales también.
Por supuesto, para que la inteligencia artificial sea capaz de comprender un idioma, primero debe ser entrenada.
Actualmente, las IA aprenden mucho más del lenguaje humano usando una amplia base de datos.
Esta base puede provenir de varias fuentes; siendo los correos electrónicos y la comunicación entre seres humanos y asistentes virtuales una de las más grandes.
De esta forma, el trabajo de aprendizaje de la inteligencia artificial comienza cuando esta estudia la manera en la que se estructuran los textos humanos y cuántas veces aparece una palabra junto a otra.
Así, la IA es capaz de crear lo que se conoce como un “patrón de apariciones“; una firma única que define a las palabras en un espacio de parámetros multidimensional.
Los investigadores estiman que las lenguas, todas las lenguas, pueden describirse mejor como si tuvieran 600 dimensiones independientes de relaciones, donde cada relación palabra-palabra puede verse como un vector en este espacio.
Estos vectores obedecen algunas reglas bastante sencillas.
De esta forma, los autores aseguran que “cualquier frase puede describirse como un conjunto de vectores que, a su vez, forman una trayectoria a través del espacio de palabras“.
Las reglas que siguen los vectores, por su parte, se entienden en operaciones como: rey – hombre + mujer = reina.
Estas relaciones entre los vectores pueden persistir incluso cuando, en un lenguaje, una palabra se encuentra atada a conceptos relacionados.
Como ejemplo, los autores hablan de las casi 100 palabras que existen en las lenguas inuit para describir la nieve; y es que todas se encuentran en espacios dimensionales similares.
Asimismo, cuando alguien hable de nieve, estará entrando a este mismo contexto lingüístico.
Por su parte, se espera que la inteligencia artificial pueda usar los mismos métodos usados en el lenguaje humano para interpretar la comunicación animal.
Por supuesto, este paso solo podrá realizarse una vez descubiertos los elementos que usan las distintas especies en sus métodos de comunicación.
En caso de las ballenas, elefantes y otros mamíferos de gran inteligencia; habría que detectar si usan estructuras parecidas a la de los lenguajes humanos en su comunicación.
Así, una inteligencia artificial podría llegar a relacionar los espacios dimensionales tal y como lo hace con el lenguaje humano actualmente.
Las ballenas tienen cerebros tres veces más grandes que el de los seres humanos desarrollados.
Asimismo, también poseen áreas corticales más grandes, y una más baja, pero comparable, cantidad de neuronas.
Los elefantes africanos, por su parte, cuentan con tres veces más neuronas que los seres humanos; aunque distribuidas de una forma distinta.
Por esto, el medio nos invita a considerar que este tipo de mamíferos podrían emplear elementos en su pensamiento; comunicación y procesos de aprendizaje con los que podríamos conectar.
De momento, se desconocen los elementos que usan estos animales para su comunicación.
Hasta ahora, se especula que podrían abarcar desde tonos, hasta fonemas, pasando por bloques de sonidos repetidos.
No obstante, aunque desconocemos la respuesta, ya hay personas trabajando en descubrirlo.
El proyecto Earth Species Project, quienes buscan usar toda la potencia de las herramientas humanas y la inteligencia artificial para descubrir y entender los elementos de la comunicación animal.
Fuente: Wired