La prótesis Mia Hand, fusionada con hueso y conectada al sistema nervioso, le ha dado a su propietaria una nueva oportunidad de vida y mucho menos dolor fantasma.
Esta prótesis de mano proporciona mucho más control y comodidad que las disponibles en la actualidad.
Una mujer sueca usó con éxito la extremidad biónica avanzada durante años sin problemas importantes, mientras experimentaba significativamente menos dolor que antes.
La mujer, identificada como Karin, sufrió una lesión agrícola que le afectó gran parte del brazo derecho debajo del codo hace más de 20 años.
Como muchos amputados, Karin desarrolló dolor en el miembro fantasma, lo que le obligó a tomar altas dosis de medicamentos para controlarlo.
También se benefició poco de las prótesis convencionales, ya que las encontraba demasiado difíciles de manejar para usarlas en la vida diaria.
Pero hace varios años, Karin se convirtió en una de las primeras pacientes inscritas en el proyecto DeTOP, un amplio estudio de investigación financiado por la Unión Europea y en el que participan docenas de científicos de toda Europa que busca desarrollar la próxima generación de extremidades biónicas.
La prótesis de Karin fue creada por la empresa italiana Presilia y recibe el sobrenombre de Mia Hand.
Está equipado con tecnología de última generación, incluida la inteligencia artificial.
Y para mejorar aún más su funcionalidad, sus cirujanos realizaron una osteointegración durante el procedimiento de fijación, un proceso que fusiona directamente el hueso con el implante, creando idealmente una conexión mecánica más fuerte.
También implantaron electrodos en los músculos y nervios de su brazo, y reconectaron algunos de sus nervios en la parte restante del brazo.
El resultado es un miembro robótico que está directamente conectado al sistema neuromusculoesquelético de Karin.
Al igual que una mano real de carne y hueso, está controlada por el sistema nervioso de Karin y proporciona retroalimentación sensorial.
Su nueva mano puede realizar alrededor del 80% de las tareas diarias típicas que una extremidad normal sería capaz de realizar.
Y ha reducido sustancialmente el dolor del miembro fantasma y la necesidad de medicación.
“Karin fue la primera persona con amputación por debajo del codo que recibió este nuevo concepto de mano biónica altamente integrada que se puede usar de forma independiente y confiable en la vida diaria”, dijo el autor principal del estudio, Max Ortiz-Catalan, jefe de investigación de prótesis neuronales en el Bionics Institute de Australia, en un comunicado de la Escuela de Estudios Avanzados Sant’Anna, una de las muchas otras universidades involucradas en el proyecto.
Y añadió: “El hecho de que haya podido utilizar su prótesis de manera cómoda y eficaz en las actividades diarias durante años es un testimonio prometedor de las capacidades potenciales de esta novedosa tecnología para cambiar la vida de personas que enfrentan la pérdida de una extremidad“.
Karin es uno de los tres pacientes inscritos en el proyecto DeTOP. Y si bien puede llevar tiempo completar la investigación sobre estos pacientes, la esperanza es que estas prótesis eventualmente puedan convertirse en el nuevo estándar para los amputados de miembros superiores. Para Karin ya ha sido un tremendo regalo.
“Para mí, esta investigación ha significado mucho, ya que me ha dado una vida mejor“, dijo en el comunicado de la universidad.
Fuente: Science