Ha habido pasos tentativos para controlas drones con el pensamiento en el pasado, pero Tekever ha llevado las cosas a un nivel superior.
Han probado con éxito Brainflight, un proyecto que utiliza su actividad mental (detectada a través de una gorra) para pilotar un avión no tripulado.
Tiene que aprender a volar por su cuenta, pero no pasa mucho tiempo antes de que esté simplemente pensando dónde quiere ir.
Y no se preocupe por estrellarse debido a distracciones o trauma mental, como convulsiones, hay “algoritmos” para evitar que ocurra lo peor.
Probablemente no va a utilizar Brainflight para volar algo más grande que un pequeño avión no tripulado, al menos no en un futuro próximo.
http://youtu.be/4bSKRV2mf8k
Pero Tekever tiene la esperanza de que su tecnología va a cambiar la forma de enfocar el transporte.
Ven el poder del cerebro reduciendo actividades complejas como volar o conducir a algo que pueda hacer por instinto, como caminar, para tener libertad de centrarse en tareas de alto nivel como la navegación.
La tecnología subyacente también permitiría que las personas con lesiones y discapacidades físicas puedan dirigir vehículos y sus propias prótesis.
Fuente: Engadget
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