Como se aprecia en la fotografía, estas moscas son fluorescentes. Sus cuerpos desprenden luz.
Concretamente, sus ojos emiten luz roja mientras que buena parte del resto de su cuerpo emite luz verde.
Tan singulares moscas no son de una especie exótica que posea de manera natural esa cualidad, sino que son fruto de modificaciones genéticas, en el marco de una investigación llevada a cabo por el equipo de Gerard Terradas, de la Universidad de California en San Diego, y que ahora está en la Universidad Estatal de Pensilvania, ambas instituciones en Estados Unidos.
Fuente: Nature Communications