Logran diseñar fármacos antitumorales que se activan con luz

Logran diseñar fármacos antitumorales que se activan con luz

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Una tesis doctoral desarrollada en la Universidad de La Rioja (UR) (España) ha logrado diseñar nuevos fármacos antitumorales que se activan mediante el uso de luz visible, lo que permite restringir su actuación a la zona cancerígena y minimizar así los efectos secundarios.

Con esta tesis, titulada ‘Design, synthesis, photochemical and biological evaluation of novel photoactive molecular switches’, David Martínez López ha obtenido el grado de doctor en Química por la UR, con la calificación de sobresaliente ‘cum laude’ con mención internacional.

La investigación, dirigida por los profesores Diego Sampedro y Pedro José Campos, del Grupo de Investigación del Fotoquímica Orgánica de la Universidad de La Rioja, ha contado con la colaboración del Grupo de Investigación de Cáncer de Pulmón y Enfermedades Respiratorias del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR), dirigido por José Manuel García Pichel.

Los nuevos agentes antitumorales han sido diseñados a partir de un conocido antibiótico, el metronidazol, cuya estructura ha sido modificada para obtener derivados solubles en agua (requisito indispensable para su uso en medios biológicos) y estables frente a la luz visible (la que puede percibir el ojo humano, con longitudes de onda de entre 750 y 400 nanómetros, no dañinas para las células).

“Cuando estos derivados son irradiados con luz visible (400 nanómetros), explica Martínez, se produce un proceso de fotoisomerización E/Z, dando lugar a dos isómeros (moléculas con la misma composición química pero diferentes propiedades): uno de ellos no muestra actividad citotóxica, pero el otro tiene una gran capacidad de destrucción de las células de cáncer de pulmón (A549) y de cáncer cérvico-uterino (HeLa)”.

Actúan así como interruptores moleculares cuya actividad antitumoral se controla mediante luz, “encendiendo o apagando” cuando se desee.

“Esto permite localizar su efecto terapéutico en la zona afectada y no en todo el cuerpo, minimizando los efectos secundarios de los tratamientos convencionales contra el cáncer”, puntualiza el nuevo doctor.

Este tipo de mecanismos para el control de la actividad citotóxica de los fármacos ha ganado relevancia en los últimos años por sus prometedoras contribuciones para el logro de tratamientos más precisos, adaptados al paciente y menos agresivos.

Martínez ha llevado a cabo su investigación, mediante el diseño de las moléculas, su adaptación para hacerlas solubles en agua y estables y la aplicación de procedimientos de isomerización.

La comprobación de la distinta citotoxicidad de los isómeros ha sido realizada por los especialistas del CIBIR.

Fuente: Noticias de la Ciencia

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