Li Auto ha conseguido con la batería Qilin de CATL una recarga a 523 kW de potencia.
La potencia de carga dobla a la ofrecida por un Porsche Taycan (270 kW) y le permite recargar 400 km en 10 minutos
El tiempo de espera en las recargas sigue siendo uno de los principales inconvenientes que se esgrimen a la hora de cargar.
La búsqueda de una recarga lo más rápida posible sigue siendo uno de los grandes alicientes del mercado para seguir investigando.
Con los métodos tradicionales, China ha vuelto a conseguir un nuevo hito: una recarga de 521 kW.
El anuncio lo ha hecho el fabricante Li Auto, el cual asegura que su Li MEGA, un enorme monovolumen completamente eléctrico con batería de 100 kWh de capacidad, puede pasar del 10 al 80% de la autonomía de la misma en apenas 10 minutos.
El auto eléctrico monta la famosa batería Qilin de CATL de 800 voltios.
Este nuevo acumulador de energía ya había sido anunciado hace algunos meses, con la promesa de que podrá recuperar hasta 400 kilómetros de autonomía en apenas 10 minutos y que su resistencia al frío es mayor que las baterías actuales, permitiendo recargas a la misma potencia a 10 grados bajo cero.
Li Auto, sin embargo, ha confirmado que con esta batería han llegado a alcanzar picos de hasta 523 kW.
Para hacernos una mejor idea, el Hyundai Ioniq 5, uno de los automóviles con las recargas más rápidas en el mercado, se queda en 350 kW.
Un Porsche Taycan, otro automóvil que utiliza baterías de 800 voltios, recarga a un máximo de 270 kW.
Es decir, el Li MEGA puede llenar la misma cantidad de batería de su monovolumen que el Taycan en la mitad de tiempo.
Si las comparaciones no parecen suficientes, en la Fórmula E, la competición de monoplazas eléctricos, ha aprobado que este año se tendrán que realizar recargas rápidas con cargadores de hasta 600 kW de potencia.
Más allá de haber conseguido una recarga de potencia pico de récord, hay que tener en cuenta que este tipo de recargas deberían estar únicamente pensadas para los viajes más largos.
A mayor potencia de carga, mayor estrés que tendrá que soportar la batería y, por tanto, mayor será la degradación a la que se enfrenten.
Lo mejor para el día a día son las recargas lentas y, en la medida de lo posible, no superar el 80% de la capacidad de la batería de las mismas, pues es aquí donde el desgaste del acumulador de energía es mayor y, seguramente, no hagamos tantos kilómetros en el día a día como para necesitar ese extra de autonomía.
Pese a ello, otro punto interesante es qué capacidad de carga admite el vehículo una vez se ha superado ese 80%.
En las primeras pruebas que se mostraron con el Hyundai Ioniq 5, se conseguía mantener potencias de hasta 45 kW cuando la batería estaba prácticamente llena, lo que es toda una rareza.
Además, la infraestructura para disponer de más de 500 kW de potencia para cargar un auto eléctrico debe ser enorme.
Las estaciones con puntos de carga de 350 kW son muy grandes, aunque Europa cuenta con un plan para intentar llenar las principales carreteras del continente con este tipo de enchufes, con el objetivo de poder prestar auxilio a los carros eléctricos que así lo necesiten en su camino.
En este caso, Li Auto ha utilizado un cargador propio con el que ha conseguido alcanzar los 711,6 amperios.
Hasta ahora, las cifras más altas las había conseguido Huawei, con enchufes que alcanzan los 600 kW y 600 amperios.
De hecho, ya cuenta con medio centenar de este tipo de cargadores en funcionamiento y otros 300 de ellos en construcción. Esperan tener disponibles un total de 3.000 de estos cargadores en 2025.
En Europa, de momento, los vehículos en el mercado son, en su inmensa mayoría, automóviles con baterías de 400 voltios que admiten recargas de unos 150 kW y, como mucho, 200 kW de potencia.
Fuente: Xataca