En un innovador sistema, unas señales de sonar submarinas producen vibraciones que pueden ser descodificadas por un receptor aéreo.
Este avance es un paso clave hacia la resolución de un desafío de la comunicación inalámbrica que hace mucho que dura: la transmisión directa de datos entre un dispositivo submarino y otro aéreo.
Hoy en día, los sensores submarinos no pueden compartir datos con los de tierra, dado que ambos usan diferentes señales inalámbricas que solo funcionan en sus medios respectivos.
Las señales de radio que viajan a través del aire se extinguen muy rápidamente en el agua.
Las señales acústicas (o sonar) enviadas por dispositivos submarinos se reflejan básicamente en la superficie marítima, sin poder jamás atravesarla.
Esto ocasiona ineficiencias y otros problemas para diversas aplicaciones, como la exploración oceánica y las comunicaciones entre submarino y avión.
El equipo de Fadel Adib y Francesco Tonolini, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, ha diseñado un sistema que afronta este problema de una forma novedosa.
Un transmisor submarino dirige una señal de sonar hacia la superficie del agua, causando diminutas vibraciones que corresponden a los unos y ceros transmitidos.
Por encima de la superficie, un receptor altamente sensible lee estas pequeñas perturbaciones y descodifica la señal de sonar.
El sistema se halla aún en sus fases preliminares de desarrollo.
Pero representa un hito que podría abrir nuevas capacidades en las comunicaciones entre el medio subacuático y el aéreo.
Usando el sistema, los submarinos militares, por ejemplo, no necesitarían salir a la superficie para comunicarse con aviones, y al evitarse emerger también se evitarían el riesgo de que su posición fuese detectada por el enemigo.
Otra aplicación inmediata estaría en las comunicaciones de los robots submarinos que vigilan la vida marina y realizan otras observaciones científicas.
Con el nuevo sistema, estos robots ya no necesitarían salir periódicamente a la superficie para enviar los datos a los investigadores.
Otra aplicación prometedora es, tal como destaca Adib, ayudar en las búsquedas de aviones desaparecidos bajo el agua.
Un modo de incorporar el sistema en aviones podría ser instalar balizas de transmisión acústica en su caja negra.
Si esta transmitiese una señal de cuando en cuando, el sistema permitiría captarla desde aeronaves en vuelo.
Fuente: Noticias de la Ciencia