Típicamente, cuando un robot quiere coger un objeto, planifica con antelación todos y cada uno de sus movimientos.
Pero si el objeto se mueve aunque sea solo levemente, o algo se interpone de repente en la trayectoria calculada o la planificación no ha sido perfecta, tiene que volver a recalcularlo todo y reiniciar desde el principio la acción.
En cambio, la mano humana se beneficia de nuestros reflejos.
No necesitamos reintentar desde cero la operación de coger un objeto.
Si no lo asimos a la perfección en un primer momento, lo notamos en el acto y podemos reajustar en fracciones de segundo nuestro modo de sujetarlo, y en la gran mayoría de veces tenemos éxito.
El equipo integrado por Andrew SaLoutos, Elijah Stanger-Jones, Hongmin Kim, Menglong Guo y Sangbae Kim, todos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, ha desarrollado ahora un sistema de agarre de objetos para manos robóticas que tiene reflejos como una mano humana.
El robot adapta su agarre a lo que va notando al empezar a cogerlo.
Es capaz de llevar a cabo estos ajustes finales sin recurrir a un planificador de nivel superior, del mismo modo que una persona puede buscar a tientas en la oscuridad el vaso de la mesita de noche sin tener que hacer un gran esfuerzo mental.
El nuevo diseño es el primero que incorpora reflejos a una arquitectura de planificación robótica.
Por ahora, el sistema fabricado es un prototipo para demostrar la viabilidad del concepto y para proporcionar una estructura organizativa general que sirva para integrar los reflejos en un sistema robótico.
En el futuro, los investigadores planean programar reflejos más complejos para crear robots más ágiles y más adaptables que puedan trabajar con humanos en entornos en constante cambio, más parecidos a un hogar o a un lugar de trabajo regido por personas que a una cadena de montaje automatizada en una fábrica.
“En los entornos en los que la gente vive y trabaja, siempre va a haber incertidumbre”, nos recuerda SaLoutos.
“Alguien podría poner algo nuevo en un escritorio o mover un mueble en una habitación o depositar un plato más en el fregadero. Esperamos que un robot con reflejos pueda adaptarse y trabajar con este tipo de incertidumbre”.
Fuente: MIT News