La mayoría de los intentos de crear venas artificiales no se acercan a la replicación de los procesos orgánicos, pero investigaciones en la Universidad Queen Mary de Londres podrían cambiar esto.
Han desarrollado una técnica que hace que las proteínas y péptidos se auto-ensamblen en formas tubulares, que podrían convertirse en arterias, venas y estructuras similares.
No hay moldes de impresión 3D involucrados, sólo tienen que guiar el material a medida que se construye. Incluso puede crecer y repararse.
Este descubrimiento podría conducir a implantes de venas que se comportan como sus equivalentes reales.
Esto no es sólo útil cuando usted ha sufrido una lesión.
Los científicos podrían utilizar estas venas para estudiar enfermedades como el Alzheimer, en condicones mucho más cercanas de la realidad, lo que podría producir mejores tratamientos.
Fuente: Engadget
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