Investigadores de la Universidad de Guelph (U of G) han desarrollado un material similar al limo que produce electricidad cuando se comprime.
Cuando el equipo estudió su prototipo utilizando la Fuente de Luz Canadiense (CLS) en la Universidad de Saskatchewan, descubrieron que el material tiene una variedad de aplicaciones potenciales.
Si se instala en pisos, podría producir energía limpia cuando la gente camina sobre él.
Si se incorpora a una plantilla de zapatos, podría usarse para analizar la forma de andar.
En teoría, dice la investigadora principal Erica Pensini, su material incluso podría usarse como base para una piel sintética para entrenar a los robots para que sepan cuánta presión usar al controlar el pulso de un paciente.
“El sincrotrón es como un supermicroscopio“, dice Pensini.
“Nos permitió ver que si se aplica un campo eléctrico, se puede cambiar la estructura cristalina de este material”.
Pensini, profesora asociada de la U de G, y sus colegas descubrieron que el “limo” podía formar diferentes estructuras a nivel microscópico, de modo que se organizaba como una esponja, formaba capas como una lasaña o adoptaba una forma hexagonal.
Pensini llevó a cabo el trabajo en colaboración con los profesores de la U de G Alejandro G. Marangoni, Aicheng Chen y Stefano Gregori.
Esta propiedad, explica Pensini, podría ofrecer una oportunidad para la administración dirigida de medicamentos dentro del cuerpo.
“Imagínese que el material adopta una estructura inicial que contiene una sustancia farmacéutica y luego, cuando se le aplica un campo eléctrico, la estructura cambia para liberar el medicamento”.
El prototipo del equipo está compuesto de materiales naturales que son altamente compatibles con el cuerpo.
Está compuesto por un 90% de agua más ácido oleico (que se encuentra en el aceite de oliva) y aminoácidos (los componentes básicos de las proteínas en el cuerpo).
“Quería hacer algo que fuera 100% benigno y que pudiera ponerme sobre la piel sin ninguna preocupación“, dice.
El material también podría usarse para hacer vendajes que promuevan activamente la curación.
“Nuestros cuerpos producen pequeños campos eléctricos para atraer células sanadoras a una herida abierta“, dice Pensini.
“Si creamos un vendaje que aumente este campo eléctrico, la curación podría ocurrir teóricamente más rápido. En este caso, el vendaje se activaría con nuestros movimientos y respiración naturales”.
Pensini está entusiasmada con los posibles usos de su “baba”.
Mientras tanto, planea usarlo como ungüento para sus manos después de escalar rocas.
“Necesito un conejillo de indias inicial, así que podría ser yo, ¿no?”
Fuente: Journal of Molecular Liquids