Según el MIT, los estadounidenses se tragan más de 3.500 baterías de tamaño botón cada año. Los investigadores quieren que la gente se trague un nuevo robot de origami plegado que está diseñado para recuperar objetos extraños, entre otras tareas.
Su diseño en forma de acordeón, perfeccionado a través de ensayo y error, utiliza algo llamado movimiento “stick-slip”.
Apéndices diminutos se adhieren a una superficie dándole la fricción y la tracción que necesita para seguir adelante, pero liberan su agarre cuando el robot se mueve y cambia su distribución de peso.
Está diseñado para funcionar en el interior del cuerpo humano, por ello está compuesto principalmente de agua, y cuenta con pequeñas aletas para ayudar a impulsarlo.
En lugar de requerir cirugía para ser insertado en un paciente, el robot origami es contraído, congelado en hielo, y luego tragado como una cápsula llena de vitaminas.
Una vez dentro la píldora se funde con el tiempo (asumiendo que el paciente tiene una temperatura normal del cuerpo), el robot se despliega, y a continuación, se puede maniobrar usando un campo magnético externo.
Por el momento el uso del robot se limita sólo a la recuperación de otros objetos tragados que se han pegado en las paredes estomacales o intestinales, pero eventualmente sus capacidades podrían ampliarse hasta el punto de llevar a cabo operaciones quirúrgicas reales.
Cuando un robot de origami ha completado su tarea, otro robot origami podría tragarse para recuperarlo.
Fuente: Gizmodo