Investigadores del Instituto de Tecnología de Israel (Technion) han encontrado una manera ingeniosa para impulsar nano robots en el interior de nuestro cuerpo.
Se creó un “nanoswimmer” de la anchura de una fibra de seda, hecho de varios enlaces de polímero y nanocables magnéticos.
Después de su introducción en un fluido, como la sangre, se aplica un campo magnético oscilante externo, que propulsa al nanobot una distancia igual a la longitud de su cuerpo en un segundo.
Aún mejor, el equipo puede controlar exactamente donde los nanobots paran, en un órgano en particular, por ejemplo, modulando el campo.
Aunque la inserción de pequeños trozos de metal en su cuerpo suena raro, los científicos creen los nanobots podrían reducir la necesidad de cirugía invasiva, acelerar la recuperación y disminuir el riesgo de complicaciones.
La nueva investigación elimina la necesidad de un (pequeño) motor dentro de los nanobots, liberando espacio para drogas que pueden enviarse, por ejemplo, a células cancerosas.
También hace que los bots sean bastante fáciles de construir y ajustar para diferentes aplicaciones.
Fuente: Engadget