La disipación del calor en la electrónica y la optoelectrónica es un grave cuello de botella a la hora de mejorar el desarrollo de los sistemas en estos campos.
Para afrontar este problema, unos investigadores han desarrollado una nueva y eficiente forma de refrigerar la electrónica usando una película de nanocopos de grafeno complementados con moléculas especiales.
El grafeno es una capa de carbono con un átomo de espesor.
En esta capa, los átomos de carbono están distribuidos formando una retícula hexagonal, que recuerda a la de un panal de abejas.
Entre otras cualidades ajustables, este singular material es más fuerte a igual peso que el acero, y conduce mejor la electricidad que el cobre.
El equipo internacional de Johan Liu, de la Universidad Chalmers de Tecnología en Suecia, estudió la mejora en la transferencia de calor de la película de nanocopos de grafeno con moléculas diferentes, y estos científicos hallaron que la transferencia de calor de la película puede ser incrementada en más de un 76 por ciento introduciendo las moléculas adecuadas, en comparación con un sistema de referencia sin esta mejora.
La investigación se ha llevado a cabo en colaboración con científicos del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) en Francia, la Universidad de Lancaster en el Reino Unido, la de Minnesota en Estados Unidos, el Instituto Max Planck para la Investigación de Polímeros en Alemania, la universidad finlandesa de Aalto, la Academia Rusa de Ciencias, la Universidad de Shanghái en China, y otras entidades.
Fuente: Noticias de la Ciencia