Una nueva tecnología permitiría comunicarse a pacientes que están paralizados de la cabeza a los pies, gracias al tamaño de sus pupilas.
Investigadores alemanes utilizan gafas inteligentes que dirigen su cámara hacia los ojos de los pacientes.
A los pacientes se les formula una pregunta con respuesta de sí o no. Después de formulada la pregunta, una voz robótica dice “sí” para desplegar un problema matemático en una pantalla frente al paciente. Después de unos momentos la misma voz robótica dice “no” y se presenta otro problema.
El tamaño de la pupila es influído por los procesos del pensamiento, así los pacientes son instruídos para resolver el problema matemático que viene después de su respuesta preferida.
Si su respuesta es “sí”, por ejemplo, su pupila crecerá más cuando el problema matemático se despliega después de la palabra “sí”. No se necesita que realmente resuelvan el problema matemático, es el esfuerzo mental el que influye en el crecimiento de las pupulas.
El experimento fue exitoso con 6 pacientes sanos, aunque fue menos exitoso en pacientes con síndrome de cautiverio, pero esperan que esta tecnología ayude a que estos adquieran algo de habilidad para comunicarse.
El síndrome de enclaustramiento se debe a una lesión en el tallo cerebral a nivel de la protuberancia anular. Es una condición en la que el paciente está alerta y despierto pero no puede moverse o comunicarse verbalmente debido a una completa parálisis de casi todos los músculos voluntarios en el cuerpo excepto por los ojos
Fuente: Gizmodo