Un tratamiento basado en vidrios bioactivos dopados con galio podría ser eficaz contra el cáncer de hueso.
Las pruebas de laboratorio han mostrado una tasa de éxito del 99% en la eliminación de células cancerosas. Esta terapia también podría regenerar huesos enfermos.
Los vidrios bioactivos son materiales cerámicos que tienen la capacidad de interactuar con el tejido biológico y promover la reparación o regeneración de huesos y otros tejidos.
Estos vidrios están compuestos principalmente de sílice, calcio y fósforo, y se diseñan para ser bioactivos, es decir, que pueden formar una capa de hidroxiapatita, una sustancia que es una forma natural del mineral que compone los huesos y dientes, cuando entran en contacto con fluidos corporales.
Ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Aston, en el Reino Unido, dirigido por el profesor Richard Martin, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Físicas, ha combinado los vidrios bioactivos con galio para crear un tratamiento potencial contra el cáncer de huesos, un sarcoma (tumor maligno) que se origina en el hueso.
En las pruebas de laboratorio, Martin y sus colegas lograron eliminar el 99% de las células de un osteosarcoma, un tipo de cáncer que empieza en las células que forman los huesos, con esta nueva combinación de vidrios bioactivos dopados con óxido de galio.
Y lo que no es menos importante: sin destruir las células óseas humanas normales, esto es, no cancerosas.
Los investigadores también incubaron los vidrios bioactivos en un fluido corporal simulado, y al cabo de una semana detectaron las primeras fases de formación de hueso.
El galio es un metal muy tóxico, y el equipo de Martin descubrió que las células cancerosas, siempre hambrientas y codiciosas, lo absorbían y se autodestruían, lo que impedía que las células sanas se vieran afectadas, según cuentan los autores del estudio.
El osteosarcoma es el cáncer óseo primario más frecuente y, a pesar del uso de quimioterapia y cirugía para extirpar los tumores, las tasas de supervivencia no han mejorado mucho desde los años setenta.
Además, estas se reducen drásticamente en los pacientes que sufren una recidiva, y, por si esto no fuera poco, los enfermos de cáncer primario de hueso son más propensos a las fracturas óseas.
A pesar de la amplia investigación sobre diferentes tipos de vidrio o cerámica bioactivos para la ingeniería del tejido óseo, la investigación sobre la liberación dirigida y controlada de agentes anticancerígenos para tratar los cánceres óseos es limitada.
«Hay una necesidad urgente de mejorar las opciones de tratamiento, y nuestros experimentos muestran un potencial significativo para su uso en aplicaciones contra el cáncer óseo como parte de un tratamiento multimodal, explica el profesor Martin en una nota de prensa de la Universidad de Aston.
Y añade:
Creemos que nuestros hallazgos podrían conducir a un tratamiento más eficaz y localizado, que reduzca los efectos secundarios y pueda incluso regenerar los huesos enfermos».
«Cuando observamos los vidrios, pudimos ver la formación de una capa de fosfato cálcico amorfo/hidroxiapatita en la superficie de las partículas de vidrio bioactivo, lo que indica crecimiento óseo», explica el profesor Martin.
Los vidrios se crearon en los laboratorios de la Universidad de Aston enfriando rápidamente líquidos fundidos a muy alta temperatura (1.450º C).
A continuación, los vidrios así concebidos se molieron y tamizaron en diminutas partículas que pueden utilizarse para el tratamiento oncológico.
En investigaciones anteriores, el equipo logró un porcentaje de éxito del 50%, pero, aunque fue impresionante, no era suficiente para convertirse en un tratamiento potencial contra el cáncer de hueso.
El equipo espera conseguir más financiación para realizar ensayos con galio.
«La seguridad y la eficacia de estos biomateriales tendrán que probarse más a fondo, pero los resultados iniciales son realmente prometedores, explica Lucas Souza, director del laboratorio de investigación de Medicina Regenerativa Dubrowsky, en el Real Hospital Ortopédico de Birmingham.
Y continúa:
Los tratamientos para el diagnóstico del cáncer de hueso siguen siendo muy limitados, y todavía hay mucho que no entendemos. Investigaciones como esta son vitales para apoyar el desarrollo de nuevos fármacos y nuevas metodologías para las opciones de tratamiento».
Fuente: IOP Science
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