Los teléfonos inteligentes podrían convertirse algún día en sensores cuánticos portátiles gracias a un nuevo enfoque tecnológico a escala de chip que utiliza diodos orgánicos emisores de luz (OLEDs) para captar imágenes de campos magnéticos.
Los OLEDs son muy sensibles a los campos magnéticos.
El equipo de Rugang Geng y Dane McCamey, del Centro de Excelencia en Ciencia de Excitones, dependiente del Consejo de Investigación Australiano (ARC, por sus siglas en inglés) ha demostrado que los OLEDs, un tipo de material semiconductor habitual en televisores de pantalla plana, pantallas de teléfonos inteligentes y otras pantallas digitales, puede utilizarse para cartografiar campos magnéticos mediante resonancia magnética.
La detección de campos magnéticos tiene importantes aplicaciones en la investigación científica, la industria y la medicina.
La nueva técnica es capaz de funcionar a escala de microchip y, a diferencia de otras estrategias habituales, no requiere proyectar un haz láser para hacer la detección.
La mayoría de los aparatos existentes de detección cuántica y obtención de imágenes de campos magnéticos son bastante voluminosos y caros, y requieren bombeo óptico (de un láser de alta potencia) o temperaturas criogénicas muy bajas.
Esto limita el potencial de integración del dispositivo y su comercialización a gran escala.
En cambio, el dispositivo sensor OLED, del que ya se ha puesto a prueba con éxito un prototipo, será un aparato pequeño, flexible y producible en cantidades industriales.
El nuevo dispositivo está diseñado para ser compatible con las tecnologías OLED disponibles en el mercado y ofrece la capacidad única de cartografiar el campo magnético en un área extensa o incluso en una superficie curva.
La nueva tecnología podría ser incorporada a smartphones capacitándolos así a servir de herramientas con las que hacer diagnósticos médicos a distancia o para identificar defectos en materiales.
Fuente: UNSW