Gracias a la pandemia de coronavirus, este año no hubo Campeonato de Wimbledon. Pero eso no impidió que un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford simulara el torneo anual con la ayuda de inteligencia artificial.
El equipo entrenó a su IA utilizando una base de datos de imágenes anotadas.
La naturaleza cíclica del tenis les ayudó a crear un modelo estadístico que predice cómo jugarán estrellas como Novak Djokovic y Roger Federer en determinadas situaciones.
El modelo hace esto teniendo en cuenta las estrategias de tenis comunes y las tendencias de cada jugador.
A través de su entrenamiento, sabe, por ejemplo, que a Djokovic le gusta golpear la pelota hacia el lado débil de su oponente.
De manera similar, el modelo también considera cómo los jugadores tienden a posicionarse mientras esperan que su oponente devuelva la pelota.
Consistentemente colocará a Federer más cerca de la línea de fondo que Rafael Nadal, reflejando cómo ellos dos juegan en la vida real.
Según el equipo que creó la IA, es este aspecto de comportamiento el que separa su proyecto de los intentos anteriores de crear un sistema que pueda simular el juego de tenis.
Esas capacidades permiten que el sistema cree escenarios hipotéticos potencialmente infinitos.
Puede generar imágenes de Federer jugando contra él mismo o contra Serena Williams.
Incluso puede extrapolar cómo un partido pudo haberse desarrollado de manera diferente si un solo disparo aterrizase en una ubicación diferente.
Además, el sistema le permite controlar la ubicación de los disparos y la posición de recuperación de un jugador, por lo que existe la posibilidad de que un estudio pueda adaptarlo para los juegos.
Por supuesto, no es perfecto.
Si bien los investigadores hicieron todo lo posible para ocultar los artefactos visuales que podrían distraer, como cambiar la iluminación y la ropa de los jugadores, hay momentos en los que los clips se parecen más a los de un videjuego de los 90.
Como puede ver en el clip, los fanáticos y los oficiales no se mueven en absoluto.
Otro factor que rompe la ilusión es que la pelota y los jugadores no proyectan sombras.
Aún así, es un sistema impresionante que podría tener muchas aplicaciones divertidas.
Fuente: Engadget