La piel, desarrollada por investigadores de Corea del Sur, combina la capacidad de detectar presión, la temperatura y humedad.
Sus creadores lo probaron en diversas situaciones, incluidas teclear, sostener vasos con bebidas calientes y frías, dar la mano, e incluso distinguir entre un pañal mojado y seco.
La mayor parte de la nueva piel se compone de un material de silicona flexible, transparente llamado polidimetilsiloxano o PDMS.
En el interior de la misma hay nanocintas de silicio que generan electricidad cuando son aplastadas o se estiran, proporcionando una fuente de retroalimentación táctil. También pueden detectar si un objeto está caliente o frío.
Los sensores de humedad se componen de condensadores. Cuando el polímero que rodea un condensador absorbe el agua, la humedad cambia la capacidad del polímero para almacenar una carga.
Los condensadores miden ese cambio de almacenamiento y lo utilizan para determinar los niveles de humedad del entorno.
Antes de que esta piel artificial puede ser utilizada en prótesis, los científicos tendrán que encontrar la manera de conectarla a un cerebro humano.
Anteriormente habíamos visto otras investigaciones en piel artificial, una electrónica, flexible y delgada con sensores, y otra que cambios en su ambiente como tacto, humedad y temperatura, al mismo tiempo.
Fuente: Gizmodo