Inspirado por las esculturas cinéticas Strandbeest del artista holandés Theo Jansen, el estudio creativo con sede en California CARV creó lo que podría ser la primera y única bicicleta para caminar.
A primera vista, parece ser un accesorio de cine o una escultura, pero al acercarse verá que el equipo cambió la rueda trasera de la bicicleta por un exoesqueleto de metal que consta de cuatro patas controladas por los pedales.
Puede parecer un proyecto hogareño básico, pero es mucho más complejo de lo que piensa, ya que la bicicleta tomó 400 piezas hechas a mano y el lapso de siete meses en completarse.
Su creador lo promociona como una “simbiosis de [una] bicicleta y una criatura robótica andante Strandbeest”, que es básicamente una criatura cinética que imita los movimientos de organismos biológicos con huesos de PVC, todo ello impulsado por el viento.
Fuente: Techeblog