Los responsables de Razer parecen decididos a tratar de impulsar sus productos en un terreno que va más allá del gaming.
El Razer Phone quiere ahora aprovechar un concepto que no veíamos hace tiempo: el de acoplarse al chasis de un portátil para convertirlo en un funcional equipo basado en Android.
El llamado Project Linda es por el momento solo un concepto, pero uno que le da otra vuelta de tuerca al concepto de la convergencia que convierte nuestro smartphone en un portátil o un PC de sobremesa, como ya intentaron hacer Microsoft con Contiuum o Samsung con DeX.
La propuesta de Razer, eso sí, tiene algunas particularidades muy llamativas.
El portátil no es un portátil al uso, sino solo el chasis con la pantalla, el teclado y una batería extra.
Lo curioso es la forma en la que conectamos el Razer Phone al portátil para convertirlo en ese portátil Android totalmente funcional: el móvil se coloca en el hueco donde normalmente encontramos el touchpad de los portátiles porque precisamente el móvil acaba convirtiéndose en ese touchpad.
Aquí hay aún trabajo por hacer y dudas importantes —adiós a las prestaciones del móvil como segunda pantalla—, pero desde luego la idea parece curiosa.
Al conectarlo a ese chasis, tendríamos ante nosotros un portátil con una pantalla de 13,3 pulgadas que por el momento —otro de los puntos en los que están trabajando— no puede alcanzar la resolución o frecuencia de refresco nativas del Razer Phone (2560 x 1440 píxeles).
En él encontramos puertos USB 2.0, un teclado Razer Chroma con soporte para esa singular retroiluminación, 200 GB de almacenamiento adicional, una webcam, micrófono y una batería con capacidad suficiente para recargar el Razer Phone tres veces seguidas.
La propuesta de Razer aquí es muy interesante, pero los retos también son notables.
En primer lugar en lo que se refiere a la pantalla, que quizás no logre poder emular la de ese móvil que ha marcado un antes y un después con esa frecuencia de refresco.
En segundo, en el software que adapte el móvil a la experiencia de un portátil: aquí el mirroring no es probablemente suficiente, y tenemos a un buen ejemplo en un Samsung DeX que también ha hecho un esfuerzo interesante en otro ámbito.
El tercero de esos factores también es decisivo: de momento no hay más que un prototipo aún muy prematuro funcionando en el CES, pero si aparece el producto final habrá que ver con qué precio lo vende Razer.
Fuente: Xataca