Gracias a ‘flexoesqueletos’, estos robots inspirados en insectos son más rápidos y baratos de fabricar.
Ingenieros de la Universidad de California en San Diego han desarrollado un nuevo método que no requiere ningún equipo especial y funciona en solo minutos para crear robots blandos, flexibles e impresos en 3D.
La innovación proviene de repensar la forma en que se construyen los robots blandos: en lugar de descubrir cómo agregar materiales blandos a un cuerpo rígido de robot, los investigadores de UC San Diego comenzaron con un cuerpo blando y agregaron características rígidas a los componentes clave.
Las estructuras estaban inspiradas en exoesqueletos de insectos, que tienen partes blandas y rígidas.
Los investigadores llamaron a sus creaciones “flexoesqueletos”.
El nuevo método permite la construcción de componentes blandos para robots en una pequeña fracción del tiempo previamente necesario y por una pequeña fracción del costo.
“Esperamos que estos flexoesqueletos conduzcan a la creación de una nueva clase de robots blandos y bioinspirados“, dijo Nick Gravish, profesor de ingeniería mecánica en la Escuela de Ingeniería Jacobs en UC San Diego y autor principal del artículo.
“Queremos hacer que los robots blandos sean más fáciles de construir para los investigadores de todo el mundo“.
El nuevo método permite construir grandes grupos de robots con flexoesqueletos con poco ensamblaje manual, así como ensamblar una biblioteca de componentes tipo Lego para que las piezas del robot puedan intercambiarse fácilmente.
Los esqueletos flexibles están hechos de impresión 3D de un material rígido en una hoja delgada que actúa como una base flexible.
Están impresos con varias características que aumentan la rigidez en áreas específicas, nuevamente inspiradas en exoesqueletos de insectos, que combinan blandura y rigidez para movimiento y soporte.
El equipo planea poner sus diseños a disposición de los investigadores en otras instituciones, así como en las escuelas secundarias.
Un componente de flexoesqueleto tarda 10 minutos en imprimirse y cuesta menos de US$1.
La impresión de flexoesqueleto se puede realizar en la mayoría de las impresoras de bajo costo disponibles comercialmente.
Imprimir y ensamblar un robot completo lleva menos de 2 horas.
Los investigadores examinaron una variedad de materiales hasta que encontraron la superficie flexible adecuada para imprimir los esqueletos flexibles, que resultó ser una lámina de policarbonato.
La observación cuidadosa del comportamiento de los insectos los llevó a agregar características para aumentar la rigidez.
El objetivo final es crear una línea de ensamblaje que imprima robots completos de esqueleto flexible sin necesidad de ensamblaje manual.
Un enjambre de estos pequeños robots podría hacer tanto trabajo como un robot masivo por sí solo, o más.
En 1989, el cofundador de iRobot, Rodney Brooks, luego en el Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT, abogó por misiones espaciales que consistirían en “un gran número de robots autónomos simples producidos en masa que son pequeños para los estándares actuales”.
Él y su coautora, Anita Flynn, titularon el artículo “Rápido, barato y fuera de control: una invasión robótica del sistema solar”.
El documento fue fundamental para Gravish, quien espera que este estudio sea un paso más en esa dirección, pero para todo el campo de la robótica, no solo el espacio.
Fuente: UCSD