Shane Wighton usará sus formidables habilidades de ingeniería para obtener una ventaja competitiva en casi cualquier deporte.
Eso incluye la construcción de un aro de baloncesto en el cual no falla nunca, y ahora un taco robótico que convertirá incluso a jugadores novatos en expertos.
Aunque Wighton ha creado algunas mejoras realmente sofisticadas para el equipamiento deportivo en los últimos años (hay pocas posibilidades de que las Grandes Ligas aprueben su bate de béisbol y la PGA definitivamente no permitirá que su palo de golf de ajuste automático esté en el tour) este taco y mesa inteligente representan otro nivel de destreza en ingeniería para la resolución de problemas.
Mejorar el taco de billar implicó cortar el extremo y reemplazarlo con una plataforma Stewart miniaturizada:
Un mecanismo que usa seis brazos móviles para ajustar el ángulo de una plataforma en tres dimensiones.
Normalmente se basan en pistones hidráulicos (se utilizan con mayor frecuencia para crear la base oscilante de un simulador de vuelo), pero para mantener las cosas pequeñas, Wighton utiliza en su lugar enlaces móviles controlados por cables de tensión que recorren toda la longitud del taco.
Para transferir energía a la bola blanca, se agregó un pistón neumático a la punta con una cámara de presurización en el otro extremo para variar la potencia del tiro.
Los resultados no van a engañar a nadie: es un palo de billar con algunas actualizaciones importantes, pero hacer que funcione estaba lejos del final de este proyecto.
El taco de billar mejorado era más inteligente, pero no tenía idea de lo que estaba sucediendo en la mesa de billar, y Wighton quería que este truco fuera lo más infalible posible.
Con ese fin, montó una cámara de video en el techo mirando hacia abajo en la mesa de billar que podía reconocer la ubicación de todas las bolas, así como el taco de billar y hacia dónde apuntaba su punta.
Eso, combinado con una gran cantidad de código personalizado, incluidas herramientas que eliminarían las distorsiones agregadas por la lente de la cámara, permitió que el sistema calculara automáticamente el ángulo y la potencia necesarios para realizar un tiro.
Para que el jugador apunte correctamente su taco (la punta autoajustable solo tiene un rango limitado de movimiento), montó un proyector de video junto a la cámara en el techo que superpondría la superficie de la mesa de billar con guías de alineación y trayectorias previstas.
Los resultados definitivamente logran que el robot sea un jugador de billar sorprendentemente capaz al final.
Fuente: Gizmodo