Prometen una reflectancia solar enorme, consiguiendo mantenerse hasta 4,1ºC más frío que los mejores tejidos para deportistas.
Contra el calor hay muchísimos remedios.
Lo habitual es utilizar sistemas como el aire acondicionado o máquinas alternativas, pero la solución no tiene por qué pasar por un sistema que tire de energía.
Los sistemas de climatización suelen ser caros y requieren de instalaciones complejas, pero hay otras formas de refrigerar nuestro hogar o nuestro cuerpo: utilizando materiales más transpirables y frescos.
Esta es la propuesta de Chenxi Sui y Ronghui Wu, dos investigadores de la Escuela de Ingeniería Molecular (PME) Pritzker de la Universidad de Chicago, que han publicado su investigación sobre un nuevo tejido que promete ayudar significativamente a refrescar las ciudades, desde las casas hasta los carros, pasando por el almacenamiento y por supuesto la propia ropa de los ciudadanos.
Según explica la Universidad de Chicago, el material se ha probado bajo el sol de Arizona y han conseguido unos resultados muy prometedores frente a los tejidos actuales.
En comparación con el tejido sintético más fresco que se utiliza en deportes es unos 4,1 grados Celsius más fresco y si lo comparamos con la seda comercial de la ropa de verano, se mantuvo unos 8,9 grados Celsius más fría.
Los investigadores lo nombran como “tejido jerárquico espectralmente selectivo (SSHF)” y explican que dispone de una alta reflectividad del espectro solar, con un índice de reflectancia solar de 0,97.
“Necesitamos reducir las emisiones de carbono, pero necesitamos tener en cuenta el ambiente”, apunta el profesor Po-Chun Hsu.
Se refiere a que para combatir el calor no solo hace falta buscar métodos de refrigeración, también utilizar materiales que de base se mantengan más frescos en todo tipo de condiciones.
Precisamente la capacidad de mantenerse frío en distintas situaciones es lo que más ha costado de conseguir en el tejido:
“La luz solar es luz visible, la radiación térmica es infrarroja, por lo que tienen diferentes longitudes de onda.
Eso significa que necesitas tener un material que tenga dos propiedades ópticas al mismo tiempo. Hacerlo es un gran desafío.
Es necesario jugar con la ciencia de los materiales para diseñar y ajustar el material para obtener diferentes resonancias en diferentes longitudes de onda“, explica Chenxi Sui.
Los investigadores de la Universidad de Chicago han obtenido una patente provisional sobre este nuevo tejido.
Inicialmente es un tejido para sustituir a la seda y los tejidos sintéticos, pero en el futuro sus aplicaciones podrían ir a más.
“Se podría utilizar una versión más gruesa de la tela protegida por una capa invisible de polietileno para aplicarlo en recubrir edificios o automóviles“, apuntan.
Estamos ante un textil emisor de banda de ancha, diseñado para reflejar la luz de forma difusa.
Junto a la capa de polietileno serviría para poder recubrir todo tipo de objetos, por ejemplo cajas para transportar alimentos frescos como la leche.
Fuente: The University of Chicago