Un equipo de ingenieros de la Universidad de Columbia en Estados Unidos ha llevado la tecnología de impresión 3D al mundo de la repostería.
Han creado una torta de queso impresa en 3D y cocinada con láser de alta precisión, lo que ha llevado la cocina a un nivel completamente nuevo.
Este pastel de queso se ha creado utilizando “tintas de alimentos” con ingredientes como Nutella, mermelada de fresa, mantequilla de cacahuete e incluso galletas, y se ha ido construyendo a través de múltiples capas para darle la forma adecuada.
Luego, los láseres se han utilizado para calentar los ingredientes de manera precisa, similar a tostar crème brûlée con una llama, pero en una escala milimétrica.
Los resultados son sorprendentes, ya que esta torta de queso impresa en 3D sabe igual que una torta de queso al uso hecha en el horno. Lo mejor de todo es que ninguna mano humana ha tocado este pastel de queso.
Los investigadores han estado refinando una impresora 3D repleta de láseres, que busca convertirse en el electrodoméstico ideal para la cocina del futuro: una impresora que cocina y personaliza lo que quieras.
Esta tecnología no solo permite una mejor seguridad alimentaria, sino también un mayor control sobre el contenido nutricional de los alimentos que comemos.
Por ejemplo, si el usuario es diabético y su dieta solo permite una cierta cantidad de azúcar al día, esta máquina podría conducir a un dispositivo que le permitiría medir con precisión esa cantidad para todas las comidas.
Su capacidad de personalización lo hace particularmente práctico para el mercado de la carne a base de plantas, donde la textura y el sabor deben formularse cuidadosamente para imitar las carnes reales.
Uno de los inconvenientes en estos momentos es su precio. Estas máquinas no son nada económicas.
El dispositivo que ensamblaron costó alrededor de 1.000 euros, sin incluir los láseres, que pueden costar 500 euros cada uno.
Fuente: Science